¿Existen los lobbies de mayores en España?

En un acto celebrado hace unos días en Madrid se hablaba de la necesidad de crear un lobby de mayores, formado por sus principales organizaciones y otras entidades de interés. Parece ser que se han dado ya los primeros pasos y
establecido compromisos para su constitución.

Todavía la palabra lobby, en España, genera una primera reacción de rechazo. Persiste la idea de algo turbio, ilícito… Cuando se habla de lobby se tiende a asociar a algo oscuro por la literatura que hay sobre este asunto. Pero en
realidad se trata de colectivos que defienden sus intereses e intentan influenciar en la toma de decisiones. Grupos de empresas, de industrias, de entidades sin ánimo de lucro, pero también ecologistas, cazadores, amas de casa… Las personas y las entidades se organizan y tratan de lograr sus objetivos.

Lo que entendemos como lobby es una asociación o grupo que aúna a diversas empresas u organizaciones de un mismo sector. La unión hace la fuerza. Y la fuerza, hoy en día, tiene que ver con la capacidad de influir en las administraciones para que las leyes, normas o regulaciones beneficien al sector en cuestión. Para lograrlo, los lobbies necesitan convencer al político de turno y a la opinión pública de que su beneficio coincide con el beneficio del conjunto de la economía y sociedad española.

Aunque no siempre sea estrictamente verdad, bajo estas premisas, nos preguntamos ¿Existen los lobbies de mayores en España? ¿Son necesarios? ¿Cuáles son y que hacen? ¿Tienen algún poder real? ¿No será el Consejo Estatal de las Personas Mayores, órgano colegiado interministerial, de carácter asesor y consultivo de la Administración? ¿Puede ser la Confederación Española de Organizaciones de Mayores, CEOMA? ¿Puede se CEATE, Confederación Española de Tercera Edad? ¿Puede ser la Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España, UDP?, ¿Puede ser los sindicatos? ¿Puede ser el Foro LideA, que está formado por importantes empresas y organizaciones?

Inicialmente tenía esperanza que el Foro LideA fuese ese lobby de mayores que necesitamos, (aunque sus objetivos son otros) por la potencia e importancia de las entidades que lo forman. El tiempo nos ha demostrado que pasa sin pena ni gloria, a pesar de sus buenas intenciones y trabajos que realiza.

Como todos sabemos, existen numerosas asociaciones de mayores en nuestro país, pero con poco peso y poder real de influir en los Gobiernos, Central, Autonómico o Municipal, cada uno va a sus cosas particulares, como sucede en otros sectores, y no funciona el dialogo entre todas para hacer una verdadera plataforma de mayores que incida en la vida política, económica, social y cultural de nuestro país.

Un lobby necesita dinero, objetivos, estrategia, personas y organización independiente, y por supuesto ganar diversas batallas. La imagen es una de ellas. La decisiva tiene lugar en los pasillos y despachos de las administraciones y las empresas. Lo que los lobbies necesitan son reuniones y encuentros con políticos que tomen decisiones para tratar de influenciarles.

Se necesita elaborar rigurosamente la documentación que demuestre que los intereses del sector coinciden con intereses más amplios para la economía o la sociedad. Que puedan suponer un beneficio común.

De lobbies de mayores, por ahora, nada de nada serio. Y es una pena.

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Blas Esteban Barranco
Presidente de CEATE y miembro del Comité Asesor de 65Ymás.