Cada día del calendario se celebra un acontecimiento. Hay días para todo, para recordar y conmemorar hechos y personajes históricos, batallas, pintores, políticos, santos, inventores y un largo etcétera de temas más o menos pintorescos.
El pasado 1 de octubre se celebró, entre otras conmemoraciones, el segundo aniversario del referéndum independentista de Cataluña (lleno de problemas, manifestaciones y de amenazas de desobediencia civil) así como el 70 aniversario de la República Popular de China (un plato fuerte con el mayor desfile militar en la historia del país, sin olvidarse de las algaradas de Hong Kong). Y la fatal coincidencia: celebrar en esa fecha el Día internacional de las personas mayores, un reconocimiento internacional anual aprobado por la ONU.
Un único día al año para acordarse de los mayores, empañado por estos dos acontecimientos, por cierto, mis hijos y nietos ni se enteraron. Los mayores solo somos noticia en los medios de comunicación generalistas por las
peticiones de subir las pensiones, por asuntos negativos como la soledad o los sucesos luctuosos de las residencias. Los mayores demandamos un espacio propio en los medios de comunicación.
Las diversas instituciones públicas y entidades de mayores realizaron diferentes actos, que pasaron sin pena ni gloria. No tenemos fuerza, dinero o ganas para impactar y ser visibles con las actividades que se realizan año tras año en pueblos y ciudades españolas. Una pena de celebración.
Pensemos y reflexionemos como celebrar el Día internacional de las personas mayores. Aunque los que ya somos mayores, cada día que pasa, vivimos y celebramos un nuevo día.
Blas Esteban Barranco
Presidente de CEATE y miembro del Comité Asesor de 65Ymás.