¡Uff, uff, uff! ¡Me estás jod*****!… Estos son algunos de los sonidos y las exclamaciones que se oyen de forma habitual en la sala de recuperación de la fisioterapeuta, copada principalmente por personas mayores, sobre todo mujeres. Estos sonidos también los hago míos.
Hemos comenzado el año con mal pie; bueno, mejor decir con “síndrome piramidal”, otra cosa más de las numerosas que se van desgastando por el uso a lo largo de los años. Próximo a cumplir 78, estoy añadiendo a mi vida pequeñas averías físicas: estoy operado de menisco, de la muñeca izquierda, de fascitis plantal, tengo colesterol, tensión alta, ácido úrico, etc. “Pero, ¡mientras tengamos salud!”, como dice un buen amigo.
Durante 20 días, me ha tratado el fisio de esta dolencia. Este síndrome no es muy común, pero representa una causa significativa y tratable de un dolor, de otro modo, enigmático. De hecho, en un estudio sobre visitas en las Unidades de Columnas del Hospitales se vio que la prevalencia de pacientes con este síndrome era mayor que los que tenían alteraciones por una lesión discal.
Se trata más de una fuerte molestia que de un verdadero dolor en la zona de la nalga, que puede extenderse por la cara posterior del muslo, pero sin sobrepasar la rodilla, en los dos tercios superiores del muslo. A veces es como un “hormigueo” o “acorchamiento”, también como un “mordisco” o puede ser “punzante”, “latigazo”, “quemazón” y otras como un dolor “sordo” o inespecífico en la nalga.
Vamos que estoy “jod***”. ¡No puedo estar mucho tiempo sentado en un sillón, y no sé cómo sentarme! En la cama lo paso fatal, busco las posturas más raras para dormir, andando estoy algo mejor… pero dice el fisioterapeuta que en corredores es muy frecuente encontrar como causa el piramidal, un músculo pequeño localizado en la pelvis utilizado sobretodo en el gesto de correr (zancada, impactos, fuertes ritmos) y es el causante de los síntomas del síndrome piramidal o piriforme. ¡Pero si yo no he corrido nunca!
La sala donde acudo de forma habitual es atendida por varios fisioterapeutas, todos muy jóvenes y amables, pero los sonidos mas frecuentes que se oyen son "¡uff, uff, uff! ¡Me estas jod*****!" Todo por la salud.
De forma personal, nos unimos a los que se manifiestan ¡Por una Sanidad pública!