Adiós a mi Reina: el recuerdo del día que la conocí

Cuando 65YMÁS me pidió que escribiese unas líneas sobre la muerte de la Reina Isabel II, me pregunté, ¿qué puedo aportar de original a tanta tinta física y virtual y tantas palabras pronunciadas en radio y TV no sólo en el Reino Unido, donde no hay otro tema de actualidad, sino en todo el mundo? Pues pensé, sólo puedo añadir mi experiencia personal. Esto es lo realmente sorprendente que tanta gente de todas ámbitos sociales tengan recuerdos personales de la Reina. Por eso hablo de MI Reina. Su muerte nos ha tocado a todos.

El pasado…

Aunque no lo recuerde personalmente, en 1947 el año que yo nací la Reina Isabel, todavía princesa, en su 21 cumpleaños hizo su primer discurso oficial desde Sudáfrica prometiendo dedicar su vida al servicio de sus pueblos (en plural). En 1953 uno de los primeros recuerdos de mi infancia fue de todos los adultos de la familia alrededor de un pequeño televisor (se llamaba “la caja”), viendo su Coronación en blanco y negro.

La primera vez que la vi en persona fue desde el gallinero en el Teatro Real de Copenhague en una visita oficial a Dinamarca en 1979 pero no llegué a saludarla. Mi momento llegó mas de 20 años más tarde en 1992 en otra visita oficial a Francia. Nos invitaron a mí y a mi esposa aragonesa a la Embajada Británica. Yo era director de la Oficina de Turismo Británico en Francia, pero el embajador se confundió y me presentó a la Reina como el director de la Agencia para la Promoción de los Alimentos Británicos. Enseguida me preguntó la Reina por la venta de salmón de Escocia en Francia.

Debí ponerme algo colorado, tragué saliva y contesté lo mejor que pude: “Majestad, es cierto que el salmón ahumado es muy popular en Francia pero además Escocia es un destino de turismo que encanta a los franceses”. Y seguimos hablando del turismo. Estoy seguro de que se dió cuenta la Reina pero seguía sonriendo e interesándose como siempre por lo que uno decía. Recuperé mi color natural y la Reina pasó a la próxima persona en la línea.

Más tarde en el baño coincidí con el embajador quien me felicitó por cómo había salido del apuro y me admitió que fui su único error en toda la tarde presentando a más de 100 personas. Más tarde, en mayo 1994 tuve el honor de participar en la inauguración de Túnel bajo La Mancha y viajé con La Reina y el Presidente Mitterrand en el primer tren que hizo la travesía.

El presente…

Aunque no todos los británicos hayamos tenido la suerte de hablar con la Reina, cada uno tiene un recuerdo personal que nunca va a olvidar. Nos acordaremos de su amabilidad y de su eterna sonrisa y de que tenía preguntas y palabras para todo el mundo. Ha conocido a 15 primeros ministros, a 13 presidentes de los EEUU, pero yo me pregunto a cuánta gente normal habrá saludado en el curso de estos 70 años de reinado, cientos de miles en todos los rincones del mundo.

Aunque sabíamos en nuestro intelecto que este momento de su muerte llegaría, en nuestro corazón no lo esperábamos. Como dijo mi hijo de 40 y pico años que no ha conocido otro monarca, “Wow, I kind of expected her to live forever” ("Esperaba que viviese para siempre").

Y, ¿el futuro?

El Reino Unido está en el punto de mira de todo el mundo y lo será durante al menos una semana más. Es un momento histórico para el país con una nueva primera ministra y un nuevo rey en la misma semana.

Los primeros pasos del Rey Carlos III nos dan esperanza después de tantas recientes tragedias: Brexit, Covid y la muerte de mi Reina. Su primer discurso ha sido magnifico y emotivo en que hablaba del amor, de su compromiso para mantener los principios constitucionales, de su promesa de servir a la nación para el resto de su vida como su madre ha hecho durante tantos años. Después de su largo aprendizaje ha demostrado las primeras señales de un verdadero hombre de estado. 

Son tiempos turbulentos política y económicamente y habrá muchos retos para la monarquía. El nuevo Rey no podrá hacer sus opiniones tan públicas de la misma forma de cuando era Príncipe de Gales pero espero que no deje de luchar entre bastidores por estos principios que le apasionan y nos conciernen a todos. ¡God save the King! Y por último, estoy totalmente de acuerdo con el nuevo Rey; que “un coro de ángeles acompañe a mi Reina cantando hasta su reposo final.”