Mayores en pandemia
Santiago CamberoViernes 2 de octubre de 2020
ACTUALIZADO : Viernes 2 de octubre de 2020 a las 9:53 H
4 minutos
Viernes 2 de octubre de 2020
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El 14 de diciembre de 1990, la Asamblea General de las Naciones designa el 1º de octubre Día Internacional de las Personas de Edad. Tras 30 años de aquella resolución, celebramos esta semana la jornada a favor de las personas mayores a escala global, para que tomemos conciencia sobre las oportunidades y los desafíos del envejecimiento en la actualidad. En este annus horribilis, el foco de atención debiera centrarse por justicia social en la tragedia de tantos adultos mayores que perdieron sus vidas durante la crisis sanitaria provocada por este nuevo coronavirus. El COVID-19 ha evidenciado las situaciones de desigualdad social que han afectado a segmentos de población vulnerables, especialmente entre adultos mayores con enfermedades y estados de dependencia.
Nadie podría suponer que esta pandemia fuera tan letal entre la población más envejecida en cualquier rincón del planeta. En el caso de España, encabeza las estadísticas de difuntos en Europa con 20.000 ancianos fallecidos en residencias geriátricas con COVID-19, con el perfil de mayores de 75 años y patologías previas. ¿Negligencias profesionales, irresponsabilidad institucional, limitación de medios adecuados…? Quizás sea el momento de analizar los elementos de tales hechos para que no se convierta en una profecía auto-cumplida, a tenor que aún seguimos en la batalla contra este virus que discrimina por edad, que ataca la salud de personas en esta franja etaria.
Factor cultural de una sociedad familista
Desde mi perspectiva gerontológica, quisiera aportar una cuestión clave a tal debate social, como sería el factor cultural de una sociedad familista en descomposición por la influencia de otros valores individualistas y materialistas, propios de otras latitudes occidentales, que ha optado en los últimos decenios por institucionalizar a sus miembros mayores ante cualquier situación de fragilidad y dependencia. En cierta medida, una sociedad que practica el edadismo en relación a la vejez, a pesar de envejecer demográficamente a un ritmo acelerado como ocurre en España. Todo un reto, que no un problema social, dada la necesidad de reconocer la contribución de tantos adultos mayores al bienestar familiar y social en un país, que ahora más que nunca valora la co-crianza de nietos y nietas y la ayuda económica a familias de jóvenes en momentos de recesión económica, como se prevé en Europa.
Considero que la sociedad en general no trata correctamente a su ciudadanía senior, como reflejan ciertas epidemias: soledad, aislamiento social, abusos y maltrato a personas mayores. Estas disfunciones manifiestas, incluso estimuladas desde determinadas instituciones, rompen con los principios de igualdad etaria en una coyuntura de crisis inédita que parece estar deteriorando las relaciones entre personas de distintas generaciones. Si queremos construir una sociedad para todas las edades, todas y todos debemos participar activamente en la hoja de ruta de esta nueva realidad.
Necesidad de una "nueva política"
No creo en la “nueva normalidad” tan cacareada, pues parece excluir a la sociedad civil organizada frente a unos representantes públicos que en ocasiones titubean ante las decisiones políticas asumibles. Quizás también pueda hablarse de una “nueva política” ante los cambios tecnológicos, axiológicos, productivos y educativos, que advierten de tiempos diferentes con acciones políticas guiadas por el conocimiento científico, menos discursivas y partidistas.
Concluyo, alzando mi voz por el envejecimiento digno, por la vejez cuidada, por los derechos de los adultos mayores, como elementos de la causa senior global. Mucho por emprender desde la sociedad civil organizada y por cambiar desde los organismos internacionales. Entendamos que la edación no nos limita, sino que estimula la generatividad si el ambiente lo propicia. Es el reto de una sociedad senescente y sostenible en el tiempo.
Santiago Cambero Rivero (@santiagocambero) es Sociólogo y Gerontólogo, Profesor de la Universidad de Extremadura (@infouex)