Viernes 10 de julio de 2020
2 minutos
Estoy harto de escuchar esas voces, tan "preparadas" de economistas de todo pelo, metiendo miedo a todo bicho viviente, ya sea pensionista en activo o en diferido-directo, de que las pensiones no son viables y que se tendrán que congelar o –más aún– se tendrán que rebajar porque no se podrán pagar.
Pero a ningún "experto" económico de estos se les ocurre ir contra las desgravaciones fiscales concedidas a los planes de pensiones privados, compra de vivienda, seguros de vida y ahorro, etc., debidos a los cuales la Hacienda pública española transfiere todos los años no menos de entre 10.000 y 17.000 millones de euros. Y solo a los que devuelve capital a sus cuentas corrientes, no a los que les deduce esa desgravación fiscal en la base imponible del impuesto de la Renta, que son muchos más.
Pues tomen nota: si esas desgravaciones fiscales se hubieran derogado al quinto año de su concesión, por inútiles, dado que no han logrado solucionar el problema de las pensiones, de la vivienda, ni de nada, hoy España no tendría la deuda soberana que tiene y que asciende a un billón de euros. Pues sabrán –y esto no lo digo yo, está en los Presupuestos Generales del Estado– que llevamos ya con esas desgravaciones unos 25 años por 20.000 o 30.000 millones al año. Ya me contaran quien tiene la culpa de esa desmesurada deuda. Y encima, señores, esas desgravaciones fiscales se las hacen los que más ganan y mejor trabajo disponen. Vamos, una total desigualdad.
Paulino González Fernández (Móstoles, Madrid)
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