Acceso al historial médico por terceros

Recientemente he retornado a mi comunidad autónoma, Castilla y León, después de haber residido en la Comunidad Valenciana durante los últimos diez años.

Me resulta incomprensible en los tiempos que corren y con las tecnologías tan modernas y avanzadas que tenemos hoy día, que entre comunidades autónomas no se conozcan ni tengan acceso al historial médico de los pacientes que se desplazan de una comunidad a otra, teniendo que ser el propio paciente, como en mi caso, quien le “cuente” a su nuevo médico las patologías y medicación por las que le venían tratando en la comunidad anterior. Menos mal que si se pueden dispensar los fármacos prescritos en las farmacias cuando te desplazas a otra comunidad distinta, pues no podía ser de otra manera.

Si el colectivo de mayores de 65 años no estamos bien tratados por la Seguridad Social, bien sea por el sistema de pensiones o por la sanidad, ahora llega la DGT y pretende que los “chiringuitos” (y digo chiringuitos porque no son centros médicos) donde te hacen el examen psicotécnico para la renovación del carnet de conducir puedan acceder al historial médico del paciente para conocer sus enfermedades reales de primera mano, vulnerando así la Ley de Protección de Datos cuando un tercero no autorizado, como un centro psicotécnico, quiera tener acceso a datos personales. Más aún cuando ni siquiera los centros de salud de las distintas comunidades, como he indicado, pueden tener acceso a dicho historial, lo que considero una aberración total.

La Dirección General de Tráfico está planeando poner cada vez más dificultades al colectivo de mayores de 65 años a la hora de renovar su carnet de conducir y acortar aún más la validez del mismo, que ahora es cada cinco años, tal y como se decidió en la Ley de Tráfico de 2009 para unificarla con Europa, pero que según declaraciones del Director General de la DGT, Peré Navarro, este plazo de renovación es excesivo.

El Sr. Peré Navarro, que por cierto, a su edad debería estar ya jubilado y dar paso a gente mas joven, no tiene otro cometido en la DGT más que imponer multas y prohibiciones en el código de circulación. Nada más hay que ver todos los cambios realizados en los periodos de 2004-2012 y desde 2018 hasta ahora, que se basan principalmente en prohibiciones y sanciones. En definitiva, siempre perjudicando al conductor, pues no siempre es la mejor de las soluciones, sino que deberían prestar más atención a mejorar la calidad de las infraestructuras viales, no solo de su construcción y explotación, sino de su conservación y mantenimiento.

Muchas gracias por la publicación de esta carta.

Si eres lector o lectora de 65YMÁS y quieres denunciar cualquier situación de la que hayas sido testigo, dar tu opinión sobre cualquier tema de actualidad o sobre cualquier circunstancia que te afecte, puedes enviarnos una carta a nuestro diario. Es muy sencillo. Sólo tienes que entrar en CARTAS AL DIRECTOR o rellenar este formulario: