Amnistía a las largas carreras de cotización
Martes 10 de octubre de 2023
4 minutos
Martes 10 de octubre de 2023
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Antes que nada, aclarar que el presente escrito está redactado desde la más absoluta transversalidad (renuncia a identificar ideas basado en la distinción izquierda-derecha), desde el hastío político que me invade (hacia todos los partidos) y desde la ironía y humor. Cualquier parecido de este escrito con la realidad es pura coincidencia.
Hay un colectivo de más de 800.000 personas jubiladas antes de la edad ordinaria, con más de 40 años cotizados, cuya pensión esta penalizada hasta el día de su muerte.
A pesar de que la mayor parte de partidos políticos y UGT aseguraban que defendían y apoyaban la reivindicación de la asociación ASJUBI40 para eliminar esa inaceptable cadena perpetua, lo cierto es que a la hora de la verdad, en la reforma de las pensiones, incumplieron, una vez más, sus promesas.
Como consecuencia de la mentira, traición y abandono de esos grupos politicos y sindicatos, más de 2000 personas del citado colectivo tomaron la decisión de adoptar un “exilio político y judicial” (manteniendo su residencia en España) y presentar demanda por discriminación ante las autoridades europeas.
Este colectivo de 800.000 personas es culpable (por lo que parece) de haber iniciado su actividad laboral a los 14 o 15 años. Culpable de que sus cotizaciones de más de 40 años hayan servido para pagar las pensiones de nuestros progenitores (también la de los padres de nuestros políticos) y culpable de que con sus impuestos se haya ido consolidando el estado del bienestar. Como ejemplo, gracias también a nuestros impuestos, muchos de nuestros políticos actuales (de todos los partidos) han podido realizar sus estudios superiores e incluso Másters sin trabajar hasta los 25 años y después lograr colocación inmediata en el Partido. Si, efectivamente, con nuestros impuestos lo han conseguido.
Somos un colectivo que ha demostrado su generosidad, su aportación a la convivencia social y su altruismo intergeneracional.
Todo ello en el marco de vivir en el país de la UE con mayor desempleo en mayores de 50 años y en desempleo de larga duración. Como pueden imaginar, esa desgraciada situación ha obligado a tomar muchas jubilaciones anticipadas.
Lo que se pide es que los políticos cumplan con lo que establece el Pacto de Toledo: principio de contributividad,, según el cual la prestación (pensión) debe guardar relación equilibrada con el esfuerzo (años cotizados). Esa debe ser la “linea roja” que nunca debieron saltarse los partidos políticos. Parece justo y equitativo, ¿no es así?
Señores y señoras políticos/as tengan dignidad. Cumplan con lo que prometieron. No se dejen manipular por tecnocratas y fuerzas oscuras. Todavía están a tiempo de solucionar el grave error cometido. Este colectivo se merece la Amnistía para liberarlo del “exilio político y judicial” y de la injusticia, inequidad y discriminación a que ha sido condenado.
Es tan simple como tratar a las largas carreras de cotización con el respeto y agradecimiento que se merecen, tal como se hace en los países de nuestro entorno social y geográfico. Parece que los políticos todavía están a gusto en mantener el espíritu del Spain is different.
Es preciso cambiar la legislación y no pasar por la verguenza de que sea Europa quien les obligue a hacerlo, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.
Como cita algún slogan: “Europa dará la razón, NO a la penalización”.
Como decía al principio, desde la transversalidad, hastío político (hacia todos los partidos), ironía y humor, tengo el convencimiento de que este colectivo de más de 800.000 personas está en su derecho de exigir la amnistía de la injusta y discriminatoria cadena perpetua a la que están condenados.
No esperen a que nos muramos. No lo merecemos.
Es un tema de justicia. Es un tema de dignidad.
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