El autónomo, discriminado en materia de pensiones
Jueves 19 de octubre de 2023
3 minutos
Jueves 19 de octubre de 2023
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Un autónomo es un trabajador absolutamente discriminado en comparación con los trabajadores del Régimen General. Hasta este año, podían cotizar libremente entre una base mínima y una máxima. En 2023 entró en vigor la cotización por ingresos reales, aunque lo de los ingresos reales sea muy interpretativo.
La mala fama de este colectivo, que viene en gran parte porque una mayoría ha cotizado por la base mínima, tiene ciertos argumentos. La prioridad del autónomo es, en primer lugar, sacar adelante su negocio, y es lógico que en los primeros meses o años de la actividad no genere muchos beneficios, por lo tanto, pagar la cuota de autónomos es obligatorio, pero secundario.
También muchos autónomos tienen trabajadores, que también son una prioridad, y a estos trabajadores hay que pagarles su nómina, además de hacer de recaudador del IRPF y de las cuotas de Seguridad Social. Es evidente que cotizar por la base mínima alivia a una buena parte de los autónomos.
Tampoco hay que olvidarse de que el autónomo responde con todo su patrimonio en caso que genere deudas en su actividad. Sin embargo, el 'insolidario' autónomo ha estado topado hasta este año para subir sus cotizaciones en edades próximas a los 50 años. Es decir, un autónomo con 52 años podía subir su base de cotización, pero esta estaba limitada –y muy por debajo– de la base máxima del Régimen General.
Aquí me viene a la cabeza la palabra edadismo. Pongo un ejemplo, un trabajador que es despedido por un ERE a los 45 años, pero que es capaz de emprender un negocio, lo que tiene que hacer es hacer viable su negocio, y esto es muy complicado que sea de rendimiento inmediato, tiene que pasar un tiempo, y lo que no tiene sentido es cotizar por bases altas, cuando no se genera el suficiente beneficio. Pero, en el caso que el negocio funcione a los 5 años de inicio, el autónomo se ha encontrado con el tope de la cotización.
El motivo de este tope es absurdo desde la reforma que se aplica gradualmente desde 2013 subiendo los años para el cálculo de la pensión, que ha pasado desde los 15 años hasta los 25 actuales. Se ha dicho muchas veces que el autónomo compraba su pensión, cuando al llegar a los 50 años pasaba de cotizar de la base mínima a la máxima. Evidentemente no todos lo podían hacer. Pero actualmente esto ya no tiene sentido, puesto que la pensión se calcula por los últimos 25 años cotizados, y no por los 15 últimos.
Y claro, tampoco se me olvida que los autónomos no pueden integrar lagunas de cotización.
En fin, ahora el ministro en funciones Escrivá se ha dado cuenta del chollo que es exprimir a este colectivo, que tanta mala fama tiene, pero que genera muchos puestos de trabajo, y es absolutamente esencial para la economía. Me parece muy bien que el autónomo cotice por bases más altas, cuando su beneficio se lo permita, pero tienen que converger el RETA y el Régimen General.
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