Baño sí o sí en los autobuses del Imserso

Acabo de hacer un viaje con el Imserso. Para ser más exacta, mi primer viaje. Y durante el trayecto en autobús hemos hecho solo una parada en 6 horas. Y ningún aseo en el autobús. No somos niños con pañales, pero bien nos hubiera venido que nos hubieran dado uno, porque, al parar, hemos salido corriendo para formar una cola inmensa en el WC del bar de carretera. Tenemos mala fama de querer ser los primeros en todos los sitios y esta vez nos la llevamos por necesidad fisiológica como personas normales, pero de cierta edad, con problemas de salud o sin ellos. No somos los primeros, pero tampoco queremos ser los últimos en derechos. Por lo demás, el viaje perfecto. Pero esto deja un sabor agridulce en mi primera experiencia con el Imserso y un deseo muy sencillo: en los autobús, un baño.

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