Bono social eléctrico: es de justicia hacerlo indefinido

No entiendo por qué en el Real Decreto Anticrisis del pasado 27 de junio no se ha prorrogado el bono social eléctrico de justicia energética, que ayudaba a pagar la factura eléctrica a muchos pensionistas, trabajadores y familias con bajos ingresos.

No es coherente acabar con esta ayuda tan necesaria –si no imprescindible– a la vez que se hace indefinida la bonificación de la tarifa TUR del gas para calderas de calefacción comunitarias sin hacer discriminación o poner límite alguno por rentas, como sucede con el bono social para familias numerosas, que lo puede pedir también las rentas altas, que en realidad no lo necesitan, o al menos no tanto como los hogares de pocos recursos. Habida cuenta, además, que se nos dice que debemos ir a una transición energética que prescinda del gas y electrifique la economía y los hogares con fuentes de origen renovable.

Aparte de que en muchos casos, al quitar esta ayuda, se vuelve a condenar a los hogares perceptores a pobreza energética porque tienen todo eléctrico, también la calefacción, ya que hasta no hace mucho existía y se promovía tener radiadores de acumulación que funcionaban con una tarifa nocturna ya desaparecida que era muy económica.

De verdad que no entiendo por qué no se puede integrar este bono social eléctrico de justicia energética dentro del bono a los vulnerables de forma indefinida, como se ha hecho con la TUR del gas y con mayor razón por los motivos expuestos, teniendo en cuenta además los repuntes que hay en la inflación a consecuencia sobre todo del incremento de la factura eléctrica.

Ruego, por tanto, al Gobierno que reflexione y rectifique, y a los grupos políticos que no voten a favor en el Congreso del decreto anticrisis actual si no incluye hacer permanente este bono social eléctrico de justicia energética. Es de justicia hacerlo indefinido, mucho más que otras ayudas energéticas que ni miran la renta y/o que bonifican fuentes de energía fósiles, como es el gas que el propio Gobierno y Bruselas aconsejan hacer desaparecer para una transición energética que efectivamente debe ser justa, social y que ayude y proteja a los vulnerables.

Recordar además que el bono social eléctrico no lo paga el Estado ni las energéticas, sino solidariamente entre todos los consumidores, incluidos los propios perceptores del bono social. Y no supone en la factura más de dos euros al mes como mucho. Por tanto, debo insistir: ¿qué problema hay en mantener el bono social de eléctrico de justicia energética y hacerlo permanente? Hay personas que de verdad lo necesitan: pensionistas, trabajadores, familias de bajos ingresos...

Ojalá se imponga el sentido común, la coherencia y una política consecuente con los fines que dice defender:

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