Bonos solidarios de consumo: una gran idea

Durante la pandemia, un pequeño restaurante de Bilbao declaraba que estaba "flipando" y hasta un punto "orgulloso" de lo bien que habían respondido sus clientes a la emisión de bonos solidarios de consumo, como les llamo yo. Él los llamó 'coronabonos', como Pedro Sánchez se refirió a lo que pedía a la UE y BCE en aquellos días.

Este hostelero dijo en ese momento haber recaudado, vendiendo esos bonos a sus clientes, más de 30.000 euros. Ya en Cádiz, hacía dos meses, otro empresario de varios bares de copas contaba tener una experiencia similar, lo que demuestra que la idea es buena.

Estos bonos solidarios de consumo hacen que al anticiparles a los clientes ese dinero. Los propietarios de estos establecimientos, que pueden ser también pequeños comercios, veían que se podían financiar sus gastos generales y de personal hasta que llegase la plena normalidad cuando ya existiera la vacuna, y, de esta manera, mantener el empleo en esos sectores. 

Ahora que vamos a entrar en el invierno, muchos jubilados, sobre todo viudas, a las que la pensión no les llega ni para la calefacción, podrían recibir y beneficiarse de esa solidaridad y poder pagar ese recibo de la luz. Para ello bastaría con que, por ejemplo, El Corte Inglés, por nombrar a un establecimiento emblemático en nuestro país, creará unos bonos solidarios mediante los cuales toda persona que comprara en sus establecimientos, al pagar, el citado El Corte Inglés, metiese en una cuenta corriente, abierta por incluso el propio El Corte Inglés o las compañías eléctricas a tal efecto, un porcentaje de esa compra de un 1 a un 4%, por ejemplo (el cashback, que dicen los modernos). De ahí se pagaría a esas personas en régimen de pobreza energética el recibo de la luz  o, incluso, el alquiler que el mes anterior no había podido pagar, sin necesidad de que tuviese el Estado, Ayuntamiento o una ONG que hacerse cargo de ello. Les quedarían eternamente agradecidos.

Por su parte, ese bono solidario se lo abonaría el Estado fiscalmente a los establecimiento que lo implantasen de sus beneficios ese mismo año, con una prima solidaria de un 5% por encima de lo recaudado.

En fin, que como pueden ver la idea es, creo, estupenda y ayudaría a mucha gente a salir para adelante, tanto a los empresarios como a los trabajadores. A los empresarios porque podrían incrementar sus ventas y a los demás porque sentirían que han hecho un bien y encima han disfrutado.

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