No a la privatización de las pensiones públicas

Con la privatización de las pensiones públicas y de la Seguridad Social, se inicia un camino que a cada paso que se dé pone de manifiesto los peligros que acechan a régimen de reparto en que se asienta nuestra Seguridad Social.

El desarrollo normativo de los planes privados de empleo se abre camino a marchas forzadas del Boletín Oficial del Estado. En las últimas semanas, incluso, se rebaja a un mes el periodo máximo de tiempo para que cada trabajador acepte o rechace ser incluido por el empresario en los planes de pensiones privadas de su empresa. Y todo ello con total ausencia de información pública a los trabajadores, a los comités de empresas, juntas de personal, secciones sindicales y a todos las y los trabajadores que se serán obligados a incluir o no los planes en las negociaciones de los convenios colectivos.

Las centrales sindicales CCOO y UGT, y otros sindicatos de ámbito regional implicados en la implantación de los mecanismos de la privatización, tienen la responsabilidad de informar en profundidad las consecuencias de la privatización en un plan de sustitución de pensiones públicas, incumpliendo así incluso el Pacto de Toledo; la responsabilidad de las centrales sindicales en detener el plan de privatización, y cerrar la entrada de los bancos en los engranajes del Sistema de Seguridad Social.

Es necesario detener los planes del capital financiero que con tanto celo ha defendido el ministro José Luis Escrivá, de una parte, la privatización para alimentar el negocio de los bancos, y de otra, miles de millones de cotizaciones sociales como regalos a los empresarios. Respecto a esto último, toda la ciudadanía perderá:

- Hasta 6.600 millones en bonificaciones económicas empresariales en cotizaciones a la Seguridad Social.

- Hasta 3.600 millones en descuentos de IRPF a empresas y partícipes.

- Hasta 2.760 millones en descuentos a empresas en el Impuesto de Sociedades.

Parte de los salarios de las y los trabajadores, van a ser desviados a la banca y a las entidades financieras, con el instrumento de los convenios y acuerdos colectivos. Sin dar la posibilidad ni tan siquiera de manera individual a no formar parte de dichos planes, al indicar un tortuoso camino para la renuncia individual en solo un mes, y sin dar garantías para su no inclusión. Los salarios de las y los trabajadores serán desviados a inversiones en los fondos económicos y fondos buitres, que día a día se están demostrando que en decenas de sistemas privados están siendo ruinosos y en quiebra, para los intereses futuros de las y los afectados por dichas inversiones, sin respaldo de los estados y las administraciones públicas causando graves quebrantos en el momento de las jubilaciones de millones de personas.

Contra los nuevos planes de pensiones de empleo

Los planes privados de pensiones no garantizan ni pensiones, ni ahorros, ni derechos públicos, ni Seguridad Social pública y universal. Los planes privados de pensiones solo enriquecen a la banca, las entidades financieras, y a los que los gestionan, a las estructuras sindicales, que serán beneficiadas por esta gestión, y están jugando un papel histórico muy grave para los intereses de las y los trabajadores, y para la sociedad, solo benefician a:

- La oligarquía financiera española y europea, que accederá a fondos económicos del conjunto de los trabajadores, cobrarán comisiones (hasta 1.500 millones de euros anuales) y aumentarán su base de clientes.

- Al empresariado en general (sobre todo a las grandes empresas), que obtendrá importantes descuentos en cotizaciones e impuestos. Así, desviarán parte de los incrementos salariares hacia fondos incontrolables.

- A quienes tengan rentas altas y alta capacidad de ahorro, ya que son quienes podrán realmente aportar a estos fondos privados y no al Sistema Público de Pensiones, esta participación en la privatización de las pensiones públicas no se ha informado a las y los trabajadores, ni debatida entre las y los afiliados sindicales, supone desviar salarios y fondos incalculables a la banca y entidades financieras, un nuevo pelotazo de los poderes fácticos financieros y políticos. Los PPE son una trampa, cambian parte de tu sueldo de hoy por una hipotética pensión futura que nadie garantiza. Como la realidad ha demostrado, las empresas privadas que gestionen esos fondos pueden quebrar y perderás toda tu “inversión”.

La gran mentira de que es necesaria una pensión privada complementaria, rompiendo la solidaridad del sistema público, tiene amplios sectores de afectadas y afectados, al conjunto de mujeres, pues son las que soportan las pensiones y los salarios más bajos, y una tasa superior en contratos parciales, aumentando la brecha de género. A las y los trabajadores con rentas más bajas, obligándoles a pagar con parte de su salario a la banca y entidades financieras, y a los gestores “del negocio”, sin que ello les vaya a garantizar una renta diferida valorable al final de su vida laboral.

Y al conjunto de la ciudadanía, al disminuir la recaudación pública, restando financiación de la Seguridad Social, disminuyendo así la tasa de reposición de las futuras pensiones públicas, hasta situarla en niveles disminuidos, como se ha producido en otros países europeos. El Sistema Público de Pensiones en nuestro Estado es sostenible, la negativa a realizar la Auditoría Pública de la Seguridad Social, aprobada por Ley e incumplida hasta el momento, demostraría sin ningún género de duda que las reformas hacia la privatización del Sistema son innecesarias.

Los Planes de Pensiones de Empleo (privados), son una trampa.

Desde COESPE (@CoespeOficial), hacemos un llamamiento al conjunto de los y las trabajadoras, y a sus representantes sindicales en las empresas públicas y privadas a rechazar estos planes.

¡No a la privatización de las pensiones públicas!

¡Gobierne quien gobierne, las pensiones públicas y los derechos se defienden!

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