Viernes 20 de septiembre de 2024
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¿Cómo debe sentirse un colectivo diferenciado y marcado por estar penalizados sus derechos? Si el trabajo me ha permitido desarrollarme como persona, quiero vivir con la conformidad de haber superado una etapa de mi vida en una situación social-laboral marcada por las necesidades, por las que siempre ha merecido y merece la pena luchar para que todos nos miremos de frente a la cara por igual.
Hablo de los nacidos en los años 50 y 60, pertenecientes a la generación de la leche en polvo (donación americana para evitar la desnutrición infantil en el periodo escolar). Finalizada la escolarización, la opción más directa era ponerse a trabajar, con 14 o 15 años, en algunos casos sin límite de horas y, en otros, con semanas laborales de 48 horas en 6 días, con un único descanso el domingo por imposición a la práctica religiosa. Posteriormente, serian semanas de 44 horas hasta las 40 actuales, que se implantaron en el 1983. Desconozco cómo estaba establecido en ley y cómo se han computado aquellos años laborales sumado en días y horas.
Hemos contribuido al desarrollo de una sociedad que estaba saliendo de una situación de precariedad, sin olvidar que en muchas ocasiones las condiciones laborales implicaba hacer trabajos que eran tóxicos, penosos o peligrosos, con elevados índices de morbilidad y de todos es sabido que algunos han sido causa mortal, sin haber estado declarados ni siquiera de riesgo.
Hoy vivimos marcados por el resultado de esas condiciones de trabajo que reflejan en cada cuerpo: dolencias físicas, psicológicas y sociológicas.
Afortunadamente, estos precedentes han servido como base para aplicar y establecer medidas preventivas en equipamientos y prácticas para desarrollar el trabajo en las mejores condiciones de salubridad, de las que hoy disponen nuestros sucesores.
Por el resultado de esas condiciones y sacrificio, tenemos que vivir socialmente con el distintivo y sello de CASTIGADOS. Si vivimos en una sociedad de derechos generados por la aportación de nuestro trabajo, que defendidos, seguiremos progresando.
La única fórmula para crear una sociedad progresista es que quepamos todos y reconozcamos la necesidad de contribuir para que así sea.
Si nos cuestionamos como se está conformando nuestra sociedad, podemos verla muy competida, a la vez que individualizada y egoísta, proyectada básicamente hacia el consumo, dejando al margen otra parte de valores.
Mi llamamiento a los políticos y agentes sociales que direccionan nuestro sistema. No es merecido reconocimiento que una sociedad con sus contribuciones haya financiado el sistema para que la ciudadanía obtenga una formación profesional-política-social, para orientarnos hacia una forma social más justa, dando solución a los problemas existentes y que revierta en un mejor futuro.
¡Echar la vista atrás para comprender el pasado y evitar derechos diferenciadores!
A ver qué camino tomáis y hasta donde deseáis llegar. Nosotros sabemos lo que queremos: justicia. Por eso os corresponde dar soluciones a nuestros problemas. ¿Podemos confiaros nuestro problema para su solución? ¿O tenemos que seguir defendiéndonos de los problemas y las cuestiones como las que nos preocupan y ocupan aquí, manifestando y denunciando siempre desde la iniciativa privada, como en este caso?
Que no resulte un esfuerzo inútil, no se puede bajar la guardia. Unos no te creen, otros no recuerdan, te tachan de ingenuo o iluso y olvidamos fácilmente, para beneficio de unos pocos.
Cada día veo más personas con inquietudes a este respecto y nos debemos de manifestar más en esta situaciones para que la sociedad no pierda este referente y se puedan corregir ciertas injusticias.
En primer lugar corresponde por derecho, respeto y reconocimiento la eliminación de los coeficientes reductores a las largas carreras de cotización y una posibilidad de jubilación a partir de los 40 años cotizados y/o primar su continuidad voluntaria.
Gracias por permitir divulgar cada caso que ponemos de manifiesto de las distintas situaciones sociales.
Si eres lector o lectora de 65YMÁS y quieres denunciar cualquier situación de la que hayas sido testigo, dar tu opinión sobre cualquier tema de actualidad o sobre cualquier circunstancia que te afecte, puedes enviarnos una carta a nuestro diario. Es muy sencillo. Sólo tienes que entrar en CARTAS A LA DIRECTORA o rellenar este formulario:
