Demasiado castigo después de tanto trabajo

Soy camionero de transporte internacional. Trabajé durante 35 años 24 horas diarias y otros siete años más de 10 horas, a lo que hay que añadir el servicio militar. En total, 43 años cotizados más otros cuatro en Holanda. Tras un cierre empresarial, me prejubilo a los 61 años y me quitan un 7% por cada año, pese a haber trabajado el triple de horas que otro trabajador. Pasé un cáncer de riñón a los 57 años –vivo solo con un riñón– y tres hernias discales y la Seguridad Social no reconoce estas enfermedades. Otro motivo de jubilación fue la minusvalía que sufre mi mujer, dependiente de segundo grado, con el 100% reconocido, y que solo percibe la ayuda de 267 euros de dependencia. Me parece demasiado castigo para una pareja que ha trabajado duro para sacar adelante a sus dos hijos con una historia detrás de muchas penalidades.

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