Martes 17 de octubre de 2023
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Este 17 de octubre es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, una epidemia humana que ataca a todos los rincones del planeta, pero especialmente en África como continente, aunque podríamos señalar muchos puntos en el mapamundi.
También en España existe pobreza, aunque no en el mismo grado de lo que vemos en determinados guetos: campos de refugiados y zonas de guerra que nos cuentan los medios y verificamos en imágenes.
La diferencia está en que la pobreza de nuestro país tiene fácil solución, pues la renta media es mucho más alta que las otras zonas deprimidas –redunda en solidaridad– y los recursos fiscales están sin exprimir suficientemente para mejorar miles de vidas, especialmente de población infantil.
No tiene justificación consistente que ningún niño/a se vaya sin cenar a la cama, no desayune adecuadamente al iniciar la jornada escolar y carezca de soporte vital para tener una infancia digna en España. Es cierto que depende mucho de las circunstancias económicas de sus progenitores: desempleo, rentas sociales, vivienda, educación… Pero debe haber un programa específico para corregir al menos las deficiencias vitales de los menores de edad. ¡Eso tiene que ser sagrado!
Del resto de los desahuciados del mundo que vemos estos días en plena guerra de Ucrania y Palestina, en los terremotos de Afganistán, bajo los escombros de Siria, los olvidados de Haití y miles más que no ayudan a tener la conciencia tranquila, existen recursos y poderes en este planeta suficientes –si se repartieran bien– para atender sus necesidades principales. Pero no hay compromiso político más allá de los discursos.
También están los mayores, esos cuerpos doblados por lo años y las tragedias que como sombras silenciosas son el último dique para que las desgracias no sean mayores. Mientras los jóvenes mueren en la guerra, cruzando el Atlántico o el desierto, atrás quedan los abuelos para cuidar del futuro. Triste paradoja.
Sirva este día al menos para tomar conciencia de los desequilibrios humanos que existen en este rincón de nuestra galaxia y en el mundo cercano contribuyamos a erradicar las desigualdades que tenemos a la puerta de casa. Por ahí se empieza.
José María Gómez Claro es secretario general de Pensionistas CCOO Asturias.
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