Sábado 21 de octubre de 2023
3 minutos
Si con verlo ya nos resulta tremendo, insufrible, espantoso, no puedo imaginar lo que será vivir bajo las bombas con miedo a morir entre los tuyos en un castigo incomprensible que llega desde el cielo pero lo ordenan tus vecinos de al lado. Esos que poco a poco te han ido comiendo espacio para caminar por las calles, acceder a una vivienda, cultivar un huerto o visitar libremente a los allegados.
Porque esta vez la justificación ha sido responder a un ataque de las milicias y el secuestro de niños, algo que venís padeciendo en vuestras carnes desde los tiempos inmemoriales y nadie desde el otro mundo llamado “occidente” ha protestado ni solucionado. De nada han servido las resoluciones de la ONU y demás condenas a nivel internacional.
Lo saben bien los que han podido ver con ojos incrédulos, las condiciones terribles de vuestra convivencia, rodeados de militares a cada paso, apuntando con sus armas que a veces se disparan, agredidos con golpes y detenciones cuando se os ocurre protestar por tanta opresión. Cada día más arrinconados, en una cárcel que no tiene techo pero si muros y alambradas para que no cruces sus fronteras.
Ahora os piden viajar al sur, abandonar vuestras casas para escapar de la masacre que preparan arrasando la tierra prometida que se convertirá en cementerio de inocentes. Gaza es una caza, cazar al ser humano que no vaya vestido de militar con la estrella de seis puntas, como si de la sangre derramada no pudiese brotar una vez más un pueblo mártir.
Cómo es posible que el pueblo judío –sus dirigentes– haya olvidado lo que les hicieron los nazis, gaseados y quemados sin compasión para horror de la historia y la dignidad humana. No puedes aplicar el mismo odio que utilizaron contigo porque significa que no has aprendido nada y blanqueas a quien te maltrató hasta morir.
Sé que resulta un tópico, pero si los yanquis no respaldasen las atrocidades de los sionistas estos no se atreverían a saltarse todos los códigos de honor como lo están haciendo. No puedes ocupar un terreno por cesión de tu vecino y luego pretender expulsarlo o matarlo para quedarte con todo. El derecho a defenderse no incluye responder de manera desproporcionada con más violencia y sin distinguir el culpable del inocente. Los organismos internacionales, si quieren que sigamos creyendo en ellos, deben, en primer lugar, parar el genocidio y, en segundo, buscarle un territorio a los judíos que no sea a costa de los palestinos. Mientras, que se oiga nuestro dolor y rabia.
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