IRPF de los jubilados, un robo legal

Como ya han manifestado otros compañeros, no ha sido suficiente pagar el IRPF de nuestras nóminas cuando estábamos en activo, sino que ahora también nos lo aplican. De hecho, es un robo. Legal, pero un robo. Porque la pensión no es una renta del trabajo, puesto que no trabajamos y, por tanto, tampoco cotizamos a la Seguridad Social. La jubilación es la hucha, fruto de nuestras cotizaciones, en muchos casos con bases de cotización máximas y que en el momento de la jubilación deberían estar exentas, al igual que están exentas los casi 2.500 euros que perciben diputados y senadores exentos de impuestos al margen del sueldo. Además, el hecho de no poder descontar las aportaciones a la Seguridad Social permite que la retención sea más alta.

Esto debería ser una vergüenza para los que nos gobiernan y toda esa casta de políticos que se aprovechan de prebendas. Es hora ya de que los casi ocho millones de jubilados y jubiladas tomemos conciencia a la hora de depositar el voto y hacerlo con aquellos que se comprometan a mejorar el tiempo de vida que nos quede, además de dar solución a los problemas que tienen este país en sanidad, educación, servicios sociales, etc.

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