Sábado 4 de mayo de 2024
2 minutos
Después de cotizar más de 45 años, me quise acoger a la jubilación demorada. Pensé trabajar dos años más y beneficiarme de un cuatro por cien anual o una cantidad a tanto alzado por cada año trabajado de más. Como soy fijo discontinuo, cuando terminé la campaña fui como siempre al SEPE, y cuál sería mi sorpresa cuando me dijeron que no me iban a dar la prestación que me correspondía porque ya tenía la edad y la cotización para jubilarme. "La ley es así", me contestaron cuando les dije que me obligaban a jubilarme. Usted puede continuar pero no le daremos la prestación. Vale. Volví al trabajo y cuando termino los dos años de más trabajados, voy directo al INSS a solicitar la pensión. Otra sorpresa. En vez de dos años de jubilación demorada, solo me constaba uno porque los cuatro meses que no me abonaron la prestación, también me apartaron del sistema de cotización. Para que me consten los dos años demorados, he tenido que volver a trabajar por cuatro meses, ya que la ley exige años enteros cotizados para reconocer la pensión demorada.
Resultado de lo expuesto: que habiendo cotizado 47 años, me exigen cuatro meses para reconocerme los dos años de demora. Lo que nos lleva a la siguiente reflexión. País de chapuzas, dirigentes prevaricadores y muchísimos funcionarios engrasando la chapuza, ambos con sueldos altísimos y con privilegios en todos los ámbitos. Mientras tanto las guillotinas oxidándose en París. Esto último es ironía. Cambiar la palabra –guillotina– por "leyes eficaces" es el mensaje.
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