Cartas a la directora

Llega el turno de las nuevas realidades del mercado laboral a la reforma de las pensiones

Fernando Marín

Viernes 7 de octubre de 2022

6 minutos

El Gobierno da marcha atrás y no eleva de momento el periodo de cálculo de las pensiones
Fernando Marín

Viernes 7 de octubre de 2022

6 minutos

Cartas al director (cintillo)

 

El 11 de noviembre hará un año de las declaraciones realizadas por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en RNE. En ellas, recordó que en las recomendaciones del Pacto de Toledo se pidió que se tuvieran en cuenta en el sistema de cómputo de las pensiones las nuevas realidades del mercado laboral y la existencia de "carreras más volátiles", donde los últimos años de cotización no siempre son los mejores.

El Sr. Escrivá recalcó en esta entrevista que este cambio forma parte de los compromisos adquiridos con Bruselas y que se trata de una medida contemplada en el Plan de Recuperación asumida por todo el Gobierno.

El Sr. Escrivá también explicó que su departamento estima que para el 30% de los trabajadores sus últimos años no son los mejores y añadió que el sistema actual está pensado para "carreras lineales", donde teóricamente uno va mejorando sus cotizaciones según va cumpliendo años. "Ahora ya no es así y tenemos que hacer un sistema más equitativo y eso lo haremos con los agentes sociales en 2022. En algunos casos, habrá que valorar extender el periodo de cálculo, pero no necesariamente, se podría hacer un sistema para elegir los mejores años cotizados".

Ante esta realidad cada vez mayor, el ministro negó que valorar la ampliación del periodo de cálculo de las pensiones para determinadas carreras profesionales tenga como objetivo reducir el gasto en pensiones, ya que lo que se persigue es hacer el sistema más equitativo y mejorar la situación de los trabajadores a los que sus últimos años cotizados no les favorece de cara al cálculo de su pensión.

Casi un año después de estas declaraciones no parece que el acuerdo con los agentes sociales y el arco parlamentario vaya a ser tan sencillo como se esperaba. Los sindicatos ya han dejado claro en repetidas ocasiones que no van a negociar ninguna modificación del periodo de cálculo que implique su ampliación y que para ellos no se trata de una problemática que tenga especial prioridad en las negociaciones.

Por su parte, el Sr. Escrivá ha dejado entrever diferentes formulas y combinaciones para dar solución a una realidad que no parece que vaya a desaparecer de la noche a la mañana en la economía privada, aunque se desconoce la propuesta definitiva que se presentará en la mesa de dialogo social.

Está claro que la adecuación del periodo de cálculo de las pensiones a las nuevas realidades profesionales no es un asunto a discutir que entusiasme especialmente a los sindicatos, ya que históricamente siempre se han destacado por sus logros sociales y por su lucha por las libertades. Seguramente a estas alturas no quieren verse en la tesitura de tener que posicionarse públicamente en contra una minoría desorganizada, silenciosa y nada influyente que está siendo afectada en el cálculo de sus pensiones mientras que una mayoría influyente está siendo beneficiada.

Teniendo en cuenta que sindicatos mayoritarios y empresarios son nuestros interlocutores sociales, y que por lo tanto son los únicos portavoces que tiene todo el sentir de los futuros pensionistas, tengo que decir que mi mujer y yo, como pertenecientes a la “minoría” del 30 % a la que se refiere el Sr. Escrivá, estamos muy preocupados y con una sensación de total desamparo ante los designios de una mayoría organizada e influyente que está muy bien representada en la mesa de dialogo social.

Está claro que yo no puedo decidir cuál tiene que ser mi interlocutor social y que únicamente me queda la opción de relajarme hasta que todo pase y se haya solucionado de la mejor manera posible. Puedo hacer eso… o escribir cartas como estoy haciendo.

Si yo pudiera elegir mi representante evidentemente me quedaría con una especie de interlocutor social divino que fuera justo e imparcial, pero no imparcial del todo, a poder ser con una especial predilección por los más débiles, pero creo que al último que reunía estos requisitos lo crucificaron los romanos.

Tengo claro que a ninguno de los interlocutores actuales le importa mucho si incluyen o no sus mejores años en el periodo de computo de la pensión trabajadores y trabajadoras con carreras irregulares que no responden al estereotipo que ellos tienen del empresario perfecto o del obrero sindicado que empieza y termina su vida laboral en la misma empresa (en la empresa privada con bastante menos probabilidades que en la pública, todo hay que decirlo).

Ante estas perspectivas poco halagüeñas solo me queda confiar en el Sr. Escrivá como defensor de los más indefensos en las reuniones que pronto darán comienzo en la mesa de dialogo social para tratar de encontrar una solución a esta realidad. Puedo parecer un “pelota” por hacer tanto “la rosca” al Sr. Escrivá, pero no me queda otra opción que confiar en el papel que pueda tomar el Gobierno en este asunto en el que existen demasiados intereses y en el que puede resultar poco productivo no ignorar a l@s más perjudicad@s.

Para terminar, quiero mencionar un estudio realizado por el Banco de España sobre el impacto de posibles variaciones en el periodo de computo de las pensiones publicado en este medio en el que se detalla que tomando en consideración los 29 años más favorables dentro de los 35 años previos a la jubilación (descartando los seis peores ejercicios), arrojaría una pensión media similar a la resultante de tomar en cuenta los 25 años anteriores a la jubilación. O lo que es lo mismo: "simultanear la ampliación del período de cálculo a 35 años con el descarte de los años más desfavorables para determinar la base reguladora permitiría suavizar la caída de la pensión inicial media, al tiempo que reduciría la heterogeneidad de las pensiones entre individuos”. 

Esta medida representaría una solución óptima para la problemática actual ya que globalmente no supondría ni un recorte ni un mayor gasto en pensiones, daría opción a todas las carreras profesionales a incluir sus mejores años cotizados dentro del periodo de computo y no afectaría a las carreras profesionales que están siendo beneficiadas actualmente de la misma manera que una simple ampliación del periodo de cómputo.

Tengo claro que es imposible llegar a una solución que sea del agrado de todos, pero creo nuestros interlocutores sociales deben de estar a la altura de las circunstancias y de ser lo suficientemente avanzados como para darse cuenta de que existen diferentes combinaciones para encontrar una formula que sea más equitativa, sostenible e inclusiva que la actualmente empleada en el cálculo de las pensiones.

Un saludo a todos los pensionistas actuales y futuros, y gracias a 65YMÁS por ayudar a que todos estemos mejor informados en un asunto tan delicado como es la reforma de las pensiones.


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