Julio Méndez Menéndez de Llano
Julio Méndez Menéndez de Llano, expresidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Lugo
… saber más sobre el autorLunes 4 de septiembre de 2023
ACTUALIZADO : Lunes 4 de septiembre de 2023 a las 11:25 H
4 minutos
Sra. directora:
Por fin, se acaba agosto. Ya hay que centrarse en los problemas reales. Las personas mayores, muchas, en atender a los nietos en edad escolar. Otras, seguir con la rutina, nefasta rutina demasiado común.
Ha sido un mes entretenido, como siempre con “panem et circenses”, que tendrá continuación. Hasta ahora todos atónitos cada día a la “ultima hora” de Sancho, Amaral o Rubiales.
Nos hemos olvidado del precio escandaloso, que sube cuando hay desplazamientos, oh casualidad, de los combustibles; y del aceite; y de la fruta; y de la cesta de la compra; y del precio del dinero y…. docenas de ¿sorpresivos? aumentos.
Pero los mayores seguimos siendo vapuleados por la banca y por las Administraciones. Y casi demonizados por una parte de la sociedad, porque le salimos muy caro al Estado (ya se han olvidado nuestras cotizaciones durante 30, 40 o 50 años y que somos parte contractual de un acuerdo respaldado por la LEY).
Ya preocupa menos ese maltrato que se produce cuando hay soledad no deseada. Y otros maltratos más graves.
Aunque las instituciones presumen de combatirla, lo cierto es que sus objetivos son otros y los medios disponibles para atender nuestras demandas, siempre muy escasos y deficientes.
Cuesta trabajo asumir que no se hace lo suficiente ni de lejos, pero no se libra ni el Estado, ni las Comunidades Autónomas, ni las Diputaciones, ni los Ayuntamientos, ni todos esos “chiringuitos” del área, pagados con nuestros impuestos. No hay que preocuparse, ya nos darán tarea para mantener el rebaño en calma.
¿Y la banca? Como siempre, diciendo una cosa y haciendo otra. Siempre en su beneficio, claro. Esas prácticas se denominan, lisa y llanamente, miserables e infames. Al menos así las considero yo...
Para cobrar una pensión de jubilación, para pagar nuestros recibos, contribuciones, impuestos, etc., se nos obliga a tener una cuenta en un banco, privado, porque no hay banca pública. Y esa ya es otra cuestión. ¿Me obligan a tener una cuenta y tengo que pagar comisiones a una empresa privada?
¿Banca pública? ¿Se acuerdan de la Caja Postal de Ahorros en todas las oficinas de Correos de España? Los ahorritos, las cartillas o libretas, la facilidad de hacer gestiones, sin comisiones, sin tener que hacer un seguro de vida o de la vivienda, o del coche, como exigen ahora, además los bancos…
¿Por qué no es posible una banca pública? Ah, ese es el misterio... Sin duda, nadie nos va a dar una respuesta razonada y convincente. ¿O sí?