Ministras de Trabajo y Sanidad: no deben dejarse pisotear

El Consejo de Ministros ha aprobado recientemente un Proyecto de Ley con la primera fase de la Reforma de las Pensiones, el cual debe ser debatido ahora en el Congreso de diputados. Diversos miembros del Gobierno no han tenido reparo alguno en repetir hasta la saciedad que ese Proyecto de Ley es favorable para los pensionistas y es fruto de lo acordado en la Mesa de diálogo social.

Es incomprensible que en la citada Mesa no hayan participado asociaciones representativas del movimiento pensionista y tampoco las Ministras de Trabajo y Sanidad, con competencias muy claras y trascendentales en materia afectada directamente por la Reforma de las Pensiones. Sin embargo, si que han participado unos sindicatos “supuestamente” mayoritarios que se arrogan una representatividad que no poseen en absoluto. En conclusión, esa Mesa de dialogo NO representa a los intereses de los pensionistas. Es una falacia. Es solo un intento de cobertura para justificar lo injustificable.

Con respecto al tratamiento otorgado a las Jubilaciones anticipadas con largas carreras de cotización, el Proyecto de Ley es un auténtico despropósito. Intenta dividir al colectivo, estableciendo unos coeficientes reductores arbitrarios, absurdos y sin ninguna base actuarial. Lo único que pretende es que las jubilaciones se demoren unos meses. Ese es el objetivo. Asimismo, pretende establecer como larga carrera de cotización únicamente aquella que sea igual o superior a 44 años y 6 meses, como ya se había avanzado en el inaceptable, parcial y tergiversador informe elaborado por la Seguridad Social “a dictado” del ilustre ministro Escrivá. Nuevamente es aplicar la política del “divide y vencerás”.

Como indicaba anteriormente, hay dos carteras ministeriales que son imprescindibles para realizar una Reforma justa de las Pensiones. La cartera de Trabajo, dirigida por Yolanda Díaz, y la de Sanidad, dirigida por Carolina Darias.

Las medidas propuestas por Escrivá para continuar penalizando las jubilaciones anticipadas de largas carreras de cotización deben ser contrarrestadas de forma inmediata con otras medidas de justicia social:

- Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz: debe establecer medidas para mejorar de forma clara y a la mayor brevedad: desempleo en mayores de 50 años, desempleo juvenil, paro de larga duración, ineptitud del SEPE para ofertar trabajos, precariedad laboral, temporalidad en los trabajos, salarios de pobreza, destope de las cotizaciones, falsos autónomos... y un largo etcétera .

El ministro Escrivá propone medidas exclusivamente de recorte en las Pensiones. La Seguridad Social, sin embargo, lo que realmente precisa de forma ineludible es aplicar medidas estructurales que permitan aumentar sus ingresos. El Ministerio de Trabajo es fundamental para ello.

Como la propia Yolanda Díaz ha dicho en muchas ocasiones, no se puede aumentar la edad real de jubilación con la dramática situación del mercado laboral en España, reflejada en los puntos anteriores. Es hora de que las palabras se conviertan en hechos, Yolanda. No nos decepcione.

- Ministra de Sanidad, Carolina Darias: debe tener muy clara la repercusión que puede tener en la salud física y mental, el estar trabajando por más de 40 años. 

Sólo hace falta recordar las imágenes de las personas con trabajos declarados como esenciales en plena epidemia COVID-19. ¿Recuerda la señora Ministra? Personal sanitario, transporte, taxistas, personal de supermercados, cadenas de montaje, y un larguísimo etcétera. ¿es consciente de las enfermedades y bajas laborales que suponen más de 40 años con esas y otras actividades? Solo tiene que consultar las estadísticas de enfermedades profesionales y bajas laborales para observar la incidencia con la cual castigan a ese colectivo especialmente vulnerable. Aparte de un drama humano evidente, también representan un coste económico.

La señora Ministra, sin duda, es conocedora también de la existencia de los 8 regímenes especiales en la Seguridad Social con un tratamiento preferencial respecto a la jubilación anticipada. Son actividades catalogadas como tóxicas o peligrosas (Ertzaintzas, policías, bomberos, taurinos, artistas...). Pues bien, tan solo una de esas 8 actividades, la extractiva (minería), aparece dentro de las 10 actividades con mayor número de enfermedades profesionales y bajas laborales. 

Considero que las personas trabajadoras, con más de 40 años cotizados, deberían configurar el noveno régimen especial de la Seguridad Social. Deberían poder jubilarse una vez cumplidos esos 40 años de trabajo con la pensión íntegra, sin coeficiente reductor alguno. Así de claro. Así de justo.

No quiero ahondar en este artículo en el detalle de la discriminación que sufre el colectivo de personas con largas carreras de cotización. Tampoco en que el Ministro Escrivá no hace caso alguno a la Contributividad exigida por el Pacto de Toledo. Ni siquiera en el hecho de haber ninguneado a los Parlamentos Autonómicos de España (todo menos La Rioja) que han aprobado Proposiciones no de Ley con la misma reivindicación defendida por ASJUBI40 para la eliminación de los coeficientes reductores que penalizan, de por vida, las pensiones de personas jubiladas de forma anticipada con más de 40 años de cotización.

Tan sólo quiero hacer una llamada a Yolanda Díaz y Carolina Darias para que no se dejen pisotear por el Ministro de Seguridad Social ni por el Presidente del Gobierno, ni se pretendan “esconder en el anonimato” de un Consejo de Ministros. Sus carteras tienen mucho a decir en materia de Reforma de las Pensiones. Son indispensables. Asuman sus responsabilidades. Todas las personas son responsables de sus silencios. ¡No callen más!

Espero que este mes de septiembre recapaciten y sepan defender el oprobio que sufre este colectivo. Hago extensiva esta petición a los partidos políticos que debatirán en el Congreso ese Proyecto de Ley tan lesivo para las largas carreras de cotización.

El desatino del Gobierno con el tratamiento dado a la Reforma de las Pensiones, es el responsable de que los movimientos de Pensionistas hayan tenido que convocar una manifestación a celebrar en Madrid el próximo 16 de octubre, en defensa de sus legítimos derechos. Una manifestación que puede y debe ser histórica.

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