Mutualistas bajo el principio de desigualdad

Lamentablemente, las modificaciones legislativas con las que ha concluido 2024 no podían resultar más perjudiciales para un colectivo, el de las personas mayores, que bajo un criterio de desigualdad y de realización arbitraria del derecho, ha supuesto que muchos de aquellos se hayan quedado sin cobrar lo que en justicia, les correspondía.

La componenda extraña de Hacienda genera enfado, desencuentros y desilusión de muchos de los que reclamaron y, porque así se ha querido, aún tramitándose sus expedientes o bien hasta ya resueltos favorablemente, queda todo condicionado al cobro año a año hasta culminar los cuatro no prescritos, que también habría que hablar y mucho de los límites de la prescripción, quizá con muchos de ellos por su avanzada edad quedando en el camino. O como algunos casos tristes y flagrantes de clientes que, aquejados de grave enfermedad, se lamentan de no poder recuperar lo que legítimamente les corresponde ante las puertas de una muerte más que previsible a muy corto plazo. Todo esto se abre camino en una peligrosa senda en la que el derecho, como muchos profesionales lo entendemos, salta por los aires sentando un precedente inaudito.

Parece mentira que el estado de bienestar, debido en gran parte al esfuerzo y trabajo de todas estas personas mayores de posguerra, que vivieron la mayoría con mucha dificultad y sacaron adelante sus familias, sea tan ingrato con todos ellos, aún cuando se pretenda falsamente enarbolar la bandera del progreso y la igualdad.

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