Al pasado nos referimos porque en el presente casi no existimos
Miércoles 5 de junio de 2024
2 minutos
Miércoles 5 de junio de 2024
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Ya tengo muchos años y pocos amigos. Los jóvenes me escuchan algunas veces y me dan la razón siempre. Pocas veces se me consulta. Nunca es necesaria mi participación. Entre mis necesidades, la necesidad de conversación figura entre las primeras. ¡Y la necesidad de hacer cosas, de sentirme útil!
Cuando nos reunimos los amigos, no se desmenuza ningún tema. En general, el interés por el debate decrece con la edad. Las referencias al pasado son frecuentes. Ahora entiendo eso de las “batallitas del abuelo”. Todos repetimos cosas que, a pesar de que ya pasaron, en nuestro pensamiento vuelven a estar. La “batallita” que yo creo que repito más es esta: “El día que me toco a mí clavarle el cuchillo al pavo. Como un rito de iniciación”.
Al pasado nos referimos porque en el presente casi no existimos. Del futuro no hablamos porque de él poco esperamos.
Con frecuencia le planteo cosas a la inteligencia artificial, lo cual reduce un poco mi soledad y mi ansiedad: "dime qué es un agujero negro", "en qué se parecen la depresión del terreno y la depresión de las personas". Con frecuencia leo cosas sobre la salud. Ahora estoy leyendo esto: "El edadismo acelera el envejecimiento". ¡Edadismo!. El artículo se refiere a la discriminación que padecemos por ser mayores.
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