Penalizada con 44 años cotizados por un despido improcedente
Martes 29 de marzo de 2022
3 minutos
Martes 29 de marzo de 2022
3 minutos
Empecé a trabajar con 17 años en un estudio de arquitectura como auxiliar administrativa. Trabajé aquí durante 12 años y, cuando empecé, por las tardes iba al Instituto a seguir estudiando el Bachiller. A los 20 años formé una familia y seguí trabajando. Hubo una crisis en España y me dejaron parada junto con otros compañeros. En esa época, casada y con una hija, mi marido y yo decidimos buscar otro hijo para aprovechar el tiempo que estaba parada y poder disfrutar de ellos.
Cuando mi hijo pequeño tenía 3 añitos me llamaron a través de la oficina del INEM, en la cual estaba registrada como demandante de empleo. Trabajé en una oficina durante 30 años como oficial administrativo. Un día, estando trabajando, me dio una lumbalgia muy fuerte y me tuvieron que llevar los compañeros a la Mutua. Me hicieron pruebas y me detectaron una espondilolistesis en vertebras L3L4L5, entre otras cosas. Me dieron la baja durante muchos meses. En una de las visitas que tenía que hacer cada cierto tiempo a la Mutua, me dice una Doctora que era candidata para una minusvalía y que me iba a preparar un informe médico para pedirla debido a mi enfermedad. A partir de ese momento empezaron a cambiarme las doctoras de la Mutua, nunca más la vi.
Después, me tocó el Tribunal Médico y me hicieron lo mismo. Cada vez que me tocaba la visita tenía una doctora diferente, una de ellas llegó a decirme que me daban el alta porque mi trabajo como administrativa era "un trabajo cómodo".
Estando enferma, incluso con tratamiento desde la Unidad del Dolor por mi espalda y Psiquiatría por mis dolores Neuropáticos, me dan el alta médica desde la Inspección de Trabajo. Aquí tenía 61 años. La empresa, según recibe el alta médica, me despide (despido improcedente). Estuve cobrando dos años el paro y el mismo día de mi cumpleaños (63 años), me veo en la obligación de coger la jubilación anticipada, ya que a esta edad no te quieren en ninguna empresa y tampoco puedo trabajar porque sigo estando enferma, con muchos dolores de espalda. También me cogió la crisis que hemos tenido por la pandemia del coronavirus.
Después de 44 años y 2 meses de cotización me han penalizado. Me descontaron el porcentaje de dos años que me faltaban para los 65 más el 0,5% de cada hijo por adelantar mi jubilación.
El Gobierno se han quedado con mi dinero y el de tantos prejubilados que están en la misma situación que yo. Qué injusticia más grande, es tanta la impotencia que tengo que no puedo soportarlo. Esta situación me ha quitado hasta el sueño.
Si eres lector o lectora de 65YMÁS y quieres denunciar cualquier situación de la que hayas sido testigo, dar tu opinión sobre cualquier tema de actualidad o sobre cualquier circunstancia que te afecte, puedes enviarnos una carta a nuestro diario. Es muy sencillo. Sólo tienes que entrar en CARTAS AL DIRECTOR o rellenar este formulario: