Pensión de invalidez: hay que tener padrino hasta en el cielo

Mi padre tenía 63 años cuando le diagnosticaron ELA (esclerosis lateral amiotrófica). Estaba en activo en modalidad fijo discontinuo y cuando terminó su contrato decidimos solicitar la invalidez total, ya que la atrofia muscular era notable y la enfermedad no le iba a dejar vivir más allá de 3-5 años. Duró exactamente 3 años.

La primera vez que lo solicitamos estaba cobrando el paro pero se le terminaba justo ese mes. Ingenuos nosotros que pensábamos que se la darían por la enfermedad que era. Se la denegaron por estar en una fase inicial de la enfermedad.

Paralelamente al caso de mi padre, un familiar de mi mujer se encontró con una invalidez sin pasar por ningún tribunal, un acuerdo que supuestamente tienen las grandes empresas con la Seguridad Social.

Qué injusta es la vida. A quien realmente lo necesita se lo niegan y al que no, se la regalan. Siempre se ha dicho que hay que tener padrino hasta en el cielo.

A mi padre le concedieron la invalidez 6 meses después, en una segunda solicitud particular. Eso sí, estaba en una situación distinta, estaba dado de alta en la Seguridad Social, pero de baja y cobrando de la mutua.

En fin, fue una situación muy frustrante que recuerdo amargamente. Por desgracia no va a cambiar el mundo y seguiremos viendo injusticias a raudales.

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