Pensiones: Los españoles no somos todos iguales

No puedo entender la asertividad política respecto a la pensión de todos los españoles. El catódico mensaje que nos envían a través de los medios de comunicación afines a unos y otros. El político cicatero es aquel que no quiere reconocer que los españoles no somos todos iguales instalándose en la contumacia del mensajero.

Para empezar, los políticos no tienen que cotizar los mismos años que el resto de los españoles para poder cobrar su pensión. Esto es un tema tabú para los medios de comunicación. Siguiendo con los privilegios, decir que los funcionarios civiles del Estado anteriores al 1 de enero de 2011 (Clases Pasivas) se jubilan a los 60 años con 30 años de cotización. Así podría seguir con otros ejemplos de españoles que por su trabajo se jubilan antes de los 60 años y con menos de 35 años de cotización.

La hemeroteca nos recuerda que a mediados de los 90, los partidos políticos, sindicatos y empresarios pactaron un sistema de pensiones para que fuera sostenible en el tiempo, llamándolo Pacto de Toledo. Actualmente está en vías de renovación, pero todavía quedan flecos por resolver.

La pensión no debería ser rígida para alcanzarla. Una de las formas para poder alcanzarla al 100% debe ser por años cotizados. Una persona cuando llega a 40 años de cotización creo que ya se ha ganado con creces el poder acceder a ella alcanzando un 100% de su base de cotización. Por la idiosincrasia social que se vive actualmente, dudo que nuestros jóvenes  lleguen a cotizar 40 años.

Respecto a la cuantía de la pensión contributiva, está no debería ser nunca inferior al SMI interprofesional. Digo esto porque según parece se nos va a ampliar los años para calcular nuestra base de cotización. Esto para el trabajador llano supone un retroceso en su base.

El señor ministro, que deriva de minister (sirviente), se olvida que las bases de cotización de los españoles menguaron en la/s décadas de retroceso social con sueldos menguados o en el mejor de los casos no revalorizados. El matonismo social se debe descartar, y, en cambio, se debe crear un sistema de pensión contributiva no penalizada, debiéndose ajustar a unos criterios individualizados más laxos, como años de cotización, tipo de trabajo, sexo y así un largo etcétera.

Félix Marí Lacambra

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