Las recetas de Escrivá: jubilarse a los 67 y quitar gastos impropios

"Tenemos una edad legal de jubilación que, si la hacemos efectiva, haría el sistema de pensiones absolutamente sostenible. No lo discute nadie". Esta afirmación es del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, esta semana en el Congreso de los Diputados. De esta forma, volvía a insistir en una de sus medidas favoritas: acercar la edad real de jubilación a la legal, situada en los 67 años, que se alcanzará en 2027 y que hasta entonces se va ampliando progresivamente.

Esto es una falacia. Sí, porque hoy un trabajador no llega ni a los 55 años con trabajo –y menos fijo o semifijo– como para no jubilarse a la primera de cambio ¿no? ¿O acaso no han inventado los ERTE para paliar en lo posible eso con ellos?

No tienen ideas ni talento suficiente para ver la solución. Y la tienen delante de sus ojos. Solo tienen que pensar un poquito, porque hay solución y muy barata. Lo grave de está situación es que esos que no la ven, ni los economistas ni los sabios en las pensiones. Y lo saben, pero no quieren ser correa de transmisión de otros que piensan en soluciones disruptivas y talentosas sólo porque no las han pensado ellos. No quieren pasar por inútiles ante un hipotético fracaso, les importa un higo los pensionistas y todos los demás. Luego hablan y hablan en conferencias diciendo que hay ayudar a los jubilados y al emprendedor y crear talento. Nada de nada. Vamos, una pena.

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