La revolución de la arrugas contra la brecha digital
Martes 1 de marzo de 2022
ACTUALIZADO : Lunes 19 de febrero de 2024 a las 13:26 H
3 minutos
Martes 1 de marzo de 2022
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Personalizo estas líneas, aunque mi situación es la misma que muchos miles de personas. La verdad es que desconozco la fórmula para solucionar pequeños o grandes problemas habituales, a la hora de enfrentarme a ellos, por obligación.
Soy una persona mayor, con unos limitados conocimientos para defenderme con mi teléfono móvil e incluso en redes sociales, pero lo justo. Y en esa limitación comienzan mis quebraderos de cabeza.
Y como no sé lo que ocurre en otros lugares, voy a referirme al lugar donde vivo, a Lugo, una ciudad pequeña, amable, tranquila, con calidad de vida y con importantes restos romanos poco conocidos, entre ellos una Muralla Romana, entera, Patrimonio de la Humanidad, de algo más de 2 kilómetros de perímetro.
Pues resulta que en esta ciudad para poder, por ejemplo, plantear y que alguien te resuelva una duda en el INSS, o sea, donde se “cuecen” las jubilaciones y todas esas cosas, te facilitan unos teléfonos 901, que cuestan dinero, para prestaciones, cita previa, etc. También se pueden usar otros sistemas para "ahorrar trámites", como pueden ser la Cl@ve PIN o el Certificado Digital (parece que al alcance de cualquier persona). Hay también un teléfono local, al que nunca responde nadie.
Bueno, pues si necesito cambiar el banco (obligatorio) en el que quiero recibir mi pensión, el camino se hace difícil. Al menos para mí.
Pero acabo de enterarme de las peripecias en muchos viajes del Imserso, con comidas, hoteles, cambios de horarios en los viajes, imposibilidad de reclamar, dejadez… Y las responsabilidades siempre son de “otros”.
Y si la cosa es con la Agencia Tributaria, peor me lo ponen. Declaración de la Renta, por ejemplo, o cualquier trámite o consulta. Que lo cuenten quienes lo sufren a menudo. Personalmente he de recurrir a un gestor, porque me declaro incapaz. Ciertamente al ministerio correspondiente no parece preocuparle mucho la situación de las personas mayores. El objetivo es recaudar. Y parece que nada más.
Y podemos finalizar generalizando. Problemas de atención personalizada y de citas previas, en todas las Administraciones: local, provincial, autonómica y estatal. La que más nos afecta, el ayuntamiento de cada uno.
Pobres de nosotros. Los mayores nos iremos extinguiendo en el abandono tecnológico, por nuestras limitaciones y por el absoluto desinterés de quienes deberían facilitarnos las cosas para superar este bache.
Pero seguiremos tratando de defendernos. Es la 'revolución de las arrugas'.
Julio Méndez Menéndez de Llano es presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Lugo.
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