Cartas a la directora

La sala de espera de los bancos es la calle

Jesús Fernández Menéndez

Miércoles 16 de febrero de 2022

ACTUALIZADO : Miércoles 16 de febrero de 2022 a las 11:20 H

2 minutos

Bancos y mayores: cansados de mendigar nuestro dinero
Jesús Fernández Menéndez

Miércoles 16 de febrero de 2022

2 minutos

Cartas al director (cintillo)

 

Soy un antiguo empleado de banca y me causa sonrojo ver cómo tratan ahora a sus clientes. Parece que han olvidado que viven de ellos, de esos clientes que no tratan con el debido respeto.

Otra cosa indignante es que utilizan la acera como si fuera su patio de operaciones y eso no se debería permitir. Si yo tengo que ocupar la acera, por el motivo que sea, tengo que obtener el preceptivo permiso municipal y pagar por ello, ellos no.

Luego están los dichosos cajeros, mal ubicados muchas veces para el acceso y otras para operar. Si, por ejemplo, da el sol en la pantalla, no se ve nada y hay que operar a tientas y a ver si hay suerte y acierto. Si me equivoco, puede que me retiren la tarjeta y no me lo soluciona nadie.

Para que me atiendan personalmente, tengo que tener cita y a saber para cuándo me la dan. Es decir, me quedo sin tarjeta, sin mi dinero –no el suyo, el mío– y a saber para cuando me darán la vez para solucionarlo. Puede que, para cuando me den la cita, mi tarjeta haya sido destruida, que es como está ordenado. Hay que solicitar otra, esperar que la reciba y mientras tanto, a pagar por sacar mi dinero por ventanilla y que, dicho sea de paso, cuando lo ingresé, no me advirtieron de que cuando lo sacase, tendría que pagar.

En resumen los bancos de ahora, ni para sentarse sirven, porque su sala de espera es la calle.


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Sobre el autor:

Jesús Fernández Menéndez