Señores, ¡cómo está el patio!
Jueves 1 de septiembre de 2022
ACTUALIZADO : Jueves 1 de septiembre de 2022 a las 17:34 H
4 minutos
Jueves 1 de septiembre de 2022
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¿Recuerdan a Felipito Tacatún? Era un personaje creado por Joe Rígoli, que era inasequible al desaliento. Apareció por la TVE allá por finales de los años 70. Pues esa es la actitud de los jubilados si queremos vivir con una cierta dignidad nuestra condición de pensionistas, ganada a pulso y por derecho, consecuencia de unas condiciones pactadas.
Cada día vamos a peor. Los bancos, todas las Administraciones (local, provincial, autonómica, estatal), los organismos autónomos, la sanidad pública, las eléctricas, las telefónicas, las grandes empresas, etc., etc., nos consideran una especie de “resto” social al que hay que soportar, con la paciencia y la seguridad de que, poco a poco, iremos desapareciendo. Tienen que aguantar esencialmente a los mayores de 70 años, quienes tienen más dificultades en el mundo digital y a aquellos con menos edad que por sus profesiones no han necesitado, y desconocen, la utilización de la informática para sobrevivir en esta selva.
En un primer momento hubo muchas buenas palabras en relación con la denominada brecha digital. Nos dijeron que se respetaría y ayudaría a las personas mayores con dificultades para manejarse a través de los medios informáticos, que se abrían puertas específicas para escuchar y resolver personalmente todas las dudas que fuesen apareciendo. Lo hicieron porque hubo presión social, por nuestra parte y fueron conscientes de que hay en España más de 9 millones de pensionistas. En el momento que la presión aflojó, volvimos todos a la línea de salida.
Y ahí estamos. Con plataformas, concentraciones, manifestaciones, con paciencia, con serenidad, en silencio (porque “somos invisibles”), llegando hasta donde podemos o nos dejan, con muchas personas mayores, muchísimas, sobre todo jubilados, esforzándose en informar a todos los afectados, en trasladar nuestras inquietudes a los organismos, instituciones, empresas, etc., a las que podemos llegar, cada uno dentro de sus posibilidades. Pero eso sí, cada uno por su lado. A pesar de los intentos de unión, desde hace años y años… ¡Qué individualistas somos! Estamos repletos de reinos de taifas.
Y ahí estamos, viendo y viviendo la soledad no deseada de muchas personas mayores, viendo las dificultades económicas de muchos pensionistas para poder comer todos los días, y siendo testigos de las muchísimas pensiones que son el apoyo económico para que puedan salir adelante hijos o nietos, viendo como se hace el vacío social los mayores, especialmente a los más vulnerables, a las viudas, o a quienes tienen menos formación, a aquellas personas que humildemente se callan, dan la vuelta y vuelven a sus casas…
Es entendible que cada uno tenemos nuestra vida, nuestras obligaciones, nuestras aficiones, nuestros compromisos. Pero hay algo cierto y que reitero por enésima vez, si no somos capaces de unirnos, de caminar juntos, de defender aquello que hemos ganado a lo largo de nuestra vida, si no tenemos la capacidad de dejar a un lado las banderas, las siglas, las ideologías y defender nuestros derechos, terminaremos perdiéndolos. Siempre fue así, lo que se abandona, lo que no se cuida, se pierde.
Julio Méndez Menéndez de Llano
Presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de Lugo (Pertenecientes a UDP)
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