El sistema público de pensiones es sostenible

El Banco de España ha emitido su informe anual y, como ha hecho otras muchas veces, pone el acento en las pensiones públicas haciendo un análisis falto de rigor, pues no recoge todas las premisas, solo las que le interesan.

La única “certidumbre” para el Banco de España es que las pensiones públicas sean de pobreza, de beneficencia, y así obligar a trabajadores y trabajadoras a contratar planes privados de pensiones de empresa (sin garantía del Estado), para mayor gloria y beneficio de la patronal (reducción de cotizaciones sociales y 10% en el impuesto de sociedades) y de bancos y entidades financieras para salvar su descalabrado mundo de fondos de inversión especulativos. A cambio, mayor empobrecimiento y desigualdad para la ciudadanía en general que vive de su sueldo o de su pensión pública de la Seguridad Social.

Ya el Gobierno y el Tribunal de Cuentas han asegurado que se usaron cotizaciones sociales del mundo del trabajo para financiar unas partidas que no se correspondían con la finalidad de financiar las pensiones públicas contributivas. Son los llamados “gastos impropios”, que, en principio, según declaraciones del ministro Escrivá, llevarían una cantidad acumulada en los últimos años de 140.000 millones de euros. Eso sin hacer una auditoría independiente y fiable de la Seguridad Social, que por ley (21/2021) se debería de haber realizado antes de julio del año pasado, y que es muy probable que cuando se haga contemple una cifra muy superior. En resumen: el sistema público de pensiones es sostenible.

Los mecanismos de corrección que pretende el Banco de España no son más que la receta habitual de quien vive de las rentas del capital: “Trabajar más y ganar menos”. Así que retrasar la edad de jubilación, permitir trabajar después de esa edad porque las pensiones públicas no alcanzarían para vivir sin pobreza, recortes salariales y de pensiones, etc., son las recomendaciones de directores y miembros de consejos de dirección que viven en la opulencia con unos sueldos de cientos de miles de euros al año. 

Qué no traten de engañarnos: las personas trabajadoras y pensionistas tenemos los mismos intereses; y quienes pretenden dividirnos ya sabemos cuáles son sus espurias intenciones.

Manuel Colina Salas es vocal de la Asociación para la Defensa del Sistema Público de Pensiones y Seguridad Social (ADESSPYSS)

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