Martes 26 de abril de 2022
3 minutos
Son excesivas las circunstancias que presionan, arrinconan, atemorizan y anulan a las personas mayores, y mucho más a aquellas que tienen dificultades para manejarse con las nuevas tecnologías, que en la actualidad son un altísimo porcentaje.
La banca parecía que había entendido la presión de las firmas y de las reuniones de alto nivel que se habían celebrado, pero una vez transcurridos unos cuantos días, hemos vuelto a la cruda realidad. Sí, se ha ampliado el horario, pero para atender a los clientes, menos personal; la misma situación con otra visión, sigue habiendo colas. Y comisiones y penalizaciones por utilizar la 'ventanilla', por hacer una transferencia, mantenimiento, administración, etc. Se han olvidado, todos nos hemos olvidado de aquel rescate de más de 60.000 millones de euros. Ellos siguen haciendo 'caja' cada día. Aplicamos el dicho popular nacido en otro entorno: “la banca siempre gana”.
¿Y las Administraciones? La del Estado, las autonómicas, las provinciales, las locales.. Registro electrónico. Y citas previas solicitadas a teléfonos que nadie responde. Y cada organismo con su lenguaje específico que trasladado a la vida diaria quiere decir que cuando te envían un escrito hay que leerlo tres veces y después llevárselo a algún gestor para que lo interprete y te lo explique en román paladino. Y pagar, claro. La Agencia Tributaria, por ejemplo, para la declaración de la renta; por internet. Pero, oiga, si yo no tengo internet. El INSS, con un guardia jurado en la puerta al que hay que explicarle lo que pretendemos. ¿Estará reconvertido en funcionario?.
¿Y la sanidad? Atención primaria. ¿Por teléfono para dar solución a un persistente dolor en una rodilla? ¿O para tener idea del origen de unos mareos? Días de espera para atención presencial. Y si hablamos de que tenga que verte un especialista… Ay, hasta es posible que sobrevivas a la espera. De intervenciones quirúrgicas, mejor mi mencionarlo.
Y escuchas por todos lados bla, bla, bla, bla… pero nada cambia, nadie facilita la atención a las personas mayores (salvo honradas excepciones).
Molestamos, sobramos, somos una carga económica y social. Se escucha cada día, se repite para que vaya calando en la sociedad. Una de las últimas, la ministra portavoz (¡ya le vale!). Y diversas organizaciones sindicales, empresariales, económicas, sociales, profesionales…
Pero nada, no pasa nada, tranquilidad… Vamos a dar el paseo, a charlar con los amigos, que todas esas cosas ya las solucionará alguien… Esos que no tienen otra cosa que hacer que salir a las calles a manifestarse, a reivindicar, a presionar… como si les fueran a hacer caso… Pobriños!
Y en eso andamos…
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