¿Subida de las pensiones? De nuevo, más ruido que nueces
Lunes 8 de enero de 2024
4 minutos
Lunes 8 de enero de 2024
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El Gobierno español aprobó el pasado miércoles día 27 de diciembre, las que llama “medidas anticrisis”, consistentes en prorrogar algunas de las ya existentes con algunas novedades, como el anunciado aumento del 3,8% de las pensiones contributivas para 2024.
Tal como se ha presentado esta revalorización, parecería que las personas pensionistas tendríamos que estar de enhorabuena, pero desde el movimiento pensionista tenemos razones para no dejarnos llevar por la euforia.
Entre otras:
- Ahora hace justo dos años que entró en vigor la ley 21/2021, de 28 de diciembre (toda una “inocentada”), por la cual se cambiaba el método de cálculo del Índice de Precios al Consumo (IPC), pasando a aplicarse el llamado “IPC medio”. Método muy dudoso que, ademas y desde el pasado mes de enero, ha supuesto la pérdida de la llamada “paguilla” anual por desvíos del IPC, que garantizaba la capacidad adquisitiva de las pensiones.
- En 2023 la cesta de la compra es un 9,5% más cara que el año anterior (la alimentación ha subido en los cuatro últimos años no menos del 31,6%) según datos oficiales del INE. Si tenemos en cuenta que el precio de los alimentos básicos condiciona la calidad de vida de las personas mayores, es evidente que la subida aprobada del 3,8% no compensa ni de lejos el encarecimiento de las necesidades reales de las y los pensionistas.
- Se anuncia así mismo que la subida de las pensiones mínimas contributivas, de las no contributivas y del Ingreso Mínimo Vital (IMV) será del 6,9%. Pero no olvidemos que el 60% de las personas pensionistas cobran menos del salario mínimo interprofesional (SMI), la mayoría mujeres. Es decir, que el 6,9% aplicado a pensiones de miseria, no deja de ser una miseria. Por ejemplo, que alguien nos explique cómo se puede vivir dignamente con 517,9 euros al mes, que es la cantidad resultante después de esa subida, de las pensiones no contributivas de vejez e invalidez (SOVI).
Por todo ello, seguimos reclamando que, además de la revalorización (de pensiones y salarios) según el IPC real y anual, y del pago de la cláusula de revisión (“paguilla”), es imprescindible que las pensiones mínimas, contributivas o no, se equiparen al salario mínimo interprofesional, que este año 2023 ha estado fijado en 1.080 euros, y que deberá actualizarse hasta 1.200 euros en 2024, para cumplir con la Carta Social Europea. Dinero hay, y si no fíjense en la cantidad de dinero que se malgasta en armas, o los escandalosos beneficios de las empresas del IBEX35. Por ahí también debería comenzar a atajarse la alarmante brecha de género en pensiones, que supera el 30%. Ya que son tan constitucionalistas nuestros gobernantes, deberían cumplir con el artículo 50 de la Constitución.
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