Tengo 78 años y me envían a dormir a la calle

Me dirijo a ustedes con el corazón apesadumbrado y la esperanza de recibir su compasión y apoyo. Soy una mujer de 78 años de edad, residente en España, que se encuentra en una situación desesperada. Con una escasa pensión y apenas ingresos, me enfrenté a una difícil situación cuando mi marido enfermó y se trasladó a un centro para mayores para recibir atención médica.

Lamentablemente, la inmobiliaria propietaria de nuestro piso aprovechó esta situación para intentar desahuciarme, dejándome aterrada ante la perspectiva de quedarme en la calle a mi edad. Tras el doloroso fallecimiento de mi marido hace un mes, esperaba que la inmobiliaria mostrara un poco de compasión y consideración, pero lejos de eso, han aumentado su crueldad, maltratándome psicológicamente, ofendiendo la memoria de mi marido al solicitar más dinero por el alquiler y rechazando mi dinero cuando intenté cumplir con mis obligaciones. Ni siquiera nos dieron el pésame por el que fue su inquilino durante más de 50 años. Nunca había encontrado en toda mi vida una persona tan llena de odio y maldad como la mujer que está intentando destruirme, propietaria de una inmobiliaria de San Sebastián. Su objetivo es sacarme a porrazos de aquí y poner el piso en venta para elevar su inmenso patrimonio, que actualmente consta de varios millones, sin preocuparse de mi situación ni de si podré salir adelante. Nunca me habían tratado como a una basura como esta persona está haciendo conmigo, y confío en que el destino me permita vivir con decencia antes que pasar mi vejez en los peligros de la calle.

Esta angustia constante afecta seriamente mi salud, ya muy perjudicada desde que mi hijo mayor se quitó por la vida por depresiones hace años lanzándose por la ventana desde esta casa de la que con tanta crueldad intentan echarme, hechos que conoce la inmobiliaria y los que no dan importancia alguna, y no sé cómo afrontar esta situación sin el apoyo de personas generosas y solidarias. Por esta razón, les ruego que me brinden su ayuda y caridad. Necesito apoyo legal para hacer frente a la inmobiliaria y difundir estos hechos para que nadie más tenga que sufrir esta injusticia. Además, busco desesperadamente una casa en la que pueda vivir con dignidad y tranquilidad en esta etapa de mi vida.

Cualquier ayuda que puedan brindarme, ya sea en forma de asesoramiento legal, difusión de mi historia o cualquier contribución para encontrar un nuevo hogar, será recibida con una gratitud infinita. Que la bondad y la compasión de la comunidad puedan aliviar esta carga que llevo en mi corazón.

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