Tributar por un CO2 no emitido

El último día del año, y no por casualidad, recibí una notificación de la Generalitat, Agencia Tributaria, comunicándome que debía pagar 175,10 euros, correspondientes al impuesto del ejercicio del 2020, sobre las emisiones de dióxido de carbono​ (CO2) de los vehículos de tracción mecánica. Un nuevo tributo, exclusivo de Catalunya. Pensé, por la fecha elegida, que querían fastidiarme las uvas y el vestido de la Pedroche, pero no, además, era cosa de finalización de plazos.

Lo más llamativo y contradictorio es que durante todo el  2020 mi vehículo no pudo emitir CO2, pues permaneció  cerrado en el garage, esperando poder venderlo, dado que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no me permitía  utilizarlo libremente por la ciudad. Prohibió a los coches con 20 años de antigüedad, circular por "zonas de bajas emisiones", aunque estuvieran en perfecto estado.

No lo entiendo, la malicia les puede, son tontos, se lo hacen o se creen que el tonto soy yo.

Josep Pagès Martí (Barcelona 1945). Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona y miembro del Instituto de Analistas Financieros de España. Presidente de Prisma Asset Management, sociedad especializada en la gestión de fondos de inversión, fondos de pensiones y SICAV en Luxemburgo.

Si eres lector o lectora de 65YMÁS y quieres denunciar cualquier situación de la que hayas sido testigo, dar tu opinión sobre cualquier tema de actualidad o sobre cualquier circunstancia que te afecte, puedes enviarnos una carta a nuestro diario. Es muy sencillo. Sólo tienes que entrar en CARTAS AL DIRECTOR o rellenar este formulario: