No hay ni habrá pensiones dignas sin salarios dignos
Foto: X (antes Twitter) de COESPE
Viernes 22 de noviembre de 2024
3 minutos
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Viernes 22 de noviembre de 2024
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Desde COESPE (@CoespeOficial) reivindicamos unas pensiones dignas como un derecho fundamental que garantice condiciones de vida adecuadas: acceso a una vivienda digna, una alimentación saludable, sanidad pública, ocio, cultura y transporte asequible.
En nuestras acciones de protesta, notamos la escasa presencia de personas jóvenes, probablemente porque ven las pensiones como algo distante en el tiempo. Sin embargo, las pensiones de hoy dependen directamente de los salarios actuales, y serán los salarios de las y los jóvenes quienes sostendrán las pensiones del mañana.
El problema es evidente: los salarios de la mayoría de los jóvenes son extremadamente bajos en relación con el incremento descontrolado del coste de vida. Si no logramos mejorar sus condiciones salariales y laborales, será imposible garantizar pensiones dignas en el futuro.
Las y los pensionistas y las personas jóvenes formamos parte de la misma familia: la clase trabajadora. Mientras ellas y ellos inician el camino, nosotras y nosotros recorremos las últimas etapas de esa misma senda. Por eso, debemos trabajar juntos y recordar que nuestras luchas están interconectadas.
A día de hoy, las personas jóvenes y migrantes enfrentan una mayor precariedad y menos libertades que quienes ya contamos con una pensión. Incluso las pensiones más bajas representan un ingreso seguro, mientras que las personas jóvenes, migrantes y trabajadoras en general están sometidas a contratos precarios, salarios insuficientes, alquileres abusivos y condiciones laborales alienantes. Muchas veces, estas situaciones se acercan más a la explotación que a un trabajo digno en el siglo XXI.
Esta precariedad es el resultado de un sistema que divide, precariza y enfrenta a las personas trabajadoras entre sí. Pero no podemos caer en la trampa de la desunión que nos tienden el capital y algunos medios de comunicación al servicio del neoliberalismo. Ni los migrantes son delincuentes ni vienen a quitarnos el trabajo, ni las personas jóvenes son una "generación de cristal" incapaz de luchar.
Debemos identificar a nuestro verdadero enemigo: no es la o el joven, ni el o la migrante que llega en pateras. Más bien, viaja en cruceros y coches de lujo, acumulando riquezas a costa del esfuerzo de la clase trabajadora.
Por eso, recordamos que:
No hay ni habrá pensiones dignas sin salarios dignos.
El movimiento pensionista, una de las formas de protesta más organizadas y perseverantes, debe ser un ejemplo de lucha colectiva. Aprovechemos la fuerza que nos da nuestra experiencia y no olvidemos que nuestro objetivo es común.
Pensionistas, jóvenes, migrantes: todas y todos aspiramos a lo mismo.
Una vida digna.
Gobierne quien gobiern0,e los servicios públicos, los derechos y las pensiones públicas se defienden.