Come sano sin gastarte un riñón

En 2022, una de cada ocho personas en el mundo eran obesas, 2.500 millones de personas mayores de 18 años tenían sobrepeso, condición a la que se añadían 37 millones de niños menores de 5 años, según los datos de la Organización Mundial de la Salud. Desde 1990, la obesidad se ha duplicado con creces entre los adultos de todo el mundo, y se ha multiplicado por cuatro entre los adolescentes. Los organismos internacionales alertan hace años sobre la pandemia de la obesidad, pero los gobiernos hacen oídos sordos, como viene a demostrar una vez más la subida de los alimentos recomendados para una nutrición saludable.

Cesta de la compra 

En este contexto no todo está perdido todo porque comer sano no siempre es caro. Lo que hay que hacer es elegir. La subida de precios afecta este 2025 una vez más a las familias, pero debemos cambiar los hábitos para adaptarlos a nuestro bolsillo. Si las manzanas han subido una barbaridad elegiremos otras frutas también saludables que
se adapten a nuestro bolsillo,  pero no debemos nunca excluir de nuestra dieta los productos frescos y sustituirlos por los procesados y la comida basura aunque sean más económicos. Incluso las verduras en lata (más baratas las marcas ‘blancas)’ pueden ser una opción más económica, pero hay que elegir las conservas al natural.

Pescados

Aún mejor si adquirimos las ultracongeladas. Y esto se extrapola a los pescados y carnes como opción de ahorro.
La dieta mediterránea es la mejor del mundo y España no puede desviarse de esta senda en la que es protagonista. Aunque sea un poco más caro, no dejemos de lado nuestro aceite de oliva frente al de girasol; las frutas y verduras, proteínas en pescado, huevos, lácteos y carnes bajas en grasas, hidratos de carbono en cereales -mejor integrales…

 

¿Por qué sustituir el agua, que es la bebida más sana y barata, por refrescos o alcoholes? Aquí podemos ahorrar mucho. Una regla podría ser que la mitad del plato sean frutas y verduras, un cuarto hidratos, como pan, pasta o arroz, y otro cuarto proteínas, de origen animal, vegetal o legumbres.

Adiós a los ultraprocesados

Y este 2025 podemos apartar de nuestra cesta de la compra los alimentos ultraprocesados, la comida basura, que, aunque son una opción más barata contienen azúcares y grasas saturadas que incrementan la posibilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, cáncer colorrectal, etc. El último consejo a nivel nutricional pasa por la cocina. Mejor a la plancha que en salsa o empanados y rebozados; mejor endulzar con canela, cacao puro, e incluso miel
natural, que con azúcares refinados. Y, desde luego, elige dónde hacer la compra, busca lo mejor calidad-precio, y planifica los menús de manera semanal, por ejemplo, para ahorrar y optimizar. 

En este punto, podemos hablar también del ‘reciclado’ de alimentos, ya sabes, de un cocido puede salir después una pringá, o unas croquetitas que, aunque engorden, compensaremos con otros alimentos con menos calorías al día siguiente. O de congelar platos sobrantes para más adelante.Y, desde luego, de planificar con un presupuesto de gasto límite, incluso anotando todo lo gastado. En fin, lo de siempre en alimentación, que sea sana… ¡pero este año sin gastarte un riñón.