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Jueves 11 de julio de 2019
2 minutos
Me han hecho esta pregunta un montón de veces. Y mi respuesta ha sido siempre la misma. Puedes, pero cuanto menos, mejor.
Y por varias razones. La primera, porque si te gusta el pescado, encontrarás en el mercado otros mucho mejores, más sabrosos, más sanos. La segunda, porque algo debe tener cuando por ejemplo en Estados Unidos no se consume, debido a que no esta autorizada su importación. Y sin embargo, España es, después de Rusia, la primera importadora de panga desde Vietnam.
Debe saberse que es un pez de acuicultura que se cría masivamente en el río Mekong entre Vietnam y China. No es un río que se pueda caracterizar por sus aguas limpias, ni mucho menos.
A instancias de El Correo Gallego se hizo un análisis de ocho muestras de panga obtenidas en supermercados de Galicia y en 6 de ellas se encontraron restos de cólera y listeria. En otros análisis internacionales se hallaron también cantidades apreciables de algún herbicida tóxico y de mercurio. En la Unión Europea ya se han detectado cinco alertas sanitarias.
Puede que todas estas razones no sean suficientes para prohibir su mercado. Pero debes saber también que es un pescado que contiene la mitad de proteínas que los otros y que además su riqueza en ácidos Omega 3, que es uno de los principales nutrientes del pescado es muchísimo menor.
Solo una razón más para sospechar que algo no esta claro: suele venderse con otros nombres, como blanquillo, solla, platija o lenguadina.
Lo único que tiene bueno, es el precio, y que se ofrece en filetes blancos, sin espinas y de muy buena presencia. Pero no sabe a nada. Hay quien dice que se debe reducir su consumo, sobre todo en niños y embarazadas, y no tomarlo más de una vez cada dos semanas.
Ya sabes, pues: poder, puedes. Pero cuanto menos, mejor.