Alejandro Otero
Opinión

¿Cómo me dominarán ahora que comienzo a caminar por los 80?

Alejandro Otero Davila

Miércoles 21 de agosto de 2024

6 minutos

¿Cómo me dominarán ahora que comienzo a caminar por los ochenta?

Miércoles 21 de agosto de 2024

6 minutos

¿Cómo me dominarán ahora que comienzo a caminar por los ochenta? Me considerarán como viejo, anciano, tercera edad, cuarta edad, jubilado, persona mayor, o adulto mayor.

En recientes trabajos sobre el tema de la denominación de la población española, el 51% consideró el término más adecuado para referirse a las personas de edad, es el de MAYOR; el 23% tercera edad; el 14% anciano; y solo el 5,5%, viejo. En gallego, "Vello”. Persona mayor es el término más utilizado, es neutro y libre de componentes peyorativos.

Me llama la atención el uso frecuente para nombrar la vejez, y todo lo que a ella se refiere como intento inútil de suavizar el peso que la palabra “viejo” que causa en nuestra sociedad.

Pareciera que la vejez, no puede ser nombrada sin provocar miedo y rechazo. Asistimos a la casi desaparición de la palabra “viejo” cuando nos referimos a personas y solo la usamos cuando hacemos mención a cosas antiguas o usadas.

El viejo dio lugar a “un señor de la tercera edad” o “una señora de edad avanzada”, y a muchas otras tentativas de nominación. La vejez se vuelve en una especie de agujero negro, donde cualquier interpretación puede entrar, en una representación que puede ser interpretada a voluntad de quien la utiliza y donde permanecemos ignorantes sobre lo que realmente contiene.

Personalmente, me muevo desde hace muchísimos años, en dos círculos de amigos. Los de toda la vida, desde cuando éramos bebés, es decir hace 81 años, que seguimos reuniéndonos todos los meses y celebramos una comida con nuestras respectivas esposas. Son las mujeres con quien nos hemos casado y amigas desde su primera juventud. Ellas están en contacto diariamente utilizando todos los medios de comunicación actuales, e-mail, WhatsApp, Móvil etc., es decir están siempre con el último modelo de móvil.

El ejemplo contrario son sus maridos, que reniegan de las nuevas tecnologías y que en algún caso ni utiliza un móvil. Este grupo por motivos profesionales en una parte nuestra vida, perdimos el contacto diario, viajes, responsabilidades profesionales y actividades totalmente distintas nos alejaron, y al final de nuestras vidas profesionales volvimos al contacto diario.

El segundo grupo de cinco matrimonios, que nos reunimos, desde hace 55 años, todos los meses, hemos tenido 23 hijos, los hijos del Baby Boom y que en la actualidad son Baby Boomers, algún matrimonio ya tiene más 21 nietos. Hemos vivido el nacimiento de todos nuestros hijos, desde su bautizo a su matrimonio. Tenemos políticos, médicos ingenieros abogados, profesores, economistas, profesores de Universidad y parados, etc.

Han fallecido dos componentes y sus mujeres siguen estando presentes en nuestras reuniones mensuales y los recordamos constantemente. Vivimos todos los meses las vidas de nuestros hijos, sus éxitos y fracasos.

Es un mundo totalmente diferente a nuestras vidas como matrimonios, con origen los años 60 del siglo pasado. Hoy tenemos todas estas profesiones en nuestros hijos, pero también divorciados, volviéndose a casar y en muchos casos incrementando nuestros nietos adicionales, que nos los contamos como nietos directos, pero que los queremos como propios.

Crece el temor a una jubilación precaria, por el envejecimiento, la inflación y la falta de ahorro

 

En nosotros está reflejado el cambio radical que se ha originado en la sociedad, somos un reflejo de los grandes cambios de la sociedad del siglo XXI y hemos sido capaces de permanecer unidos, a pesar de la muerte uno de nuestros hijos en accidente de aviación.

La sociedad actual está reflejada en todos sus términos en nuestros cinco matrimonios. El hecho de ser joven o viejo, aparentemente una denominación tan simple, se torna incierto cuando percibimos que la noción de juventud y vejez sufren serias transformaciones a lo largo de nuestra existencia.

Cuando tenemos 5 años el viejo tiene 30, cuando llegamos a los 40, el viejo no puede tener menos de 70. Y cuando estamos en los 80... El viejo es siempre otro porque no podemos reconocer la vejez en nosotros mismos, solo podemos verla en otros, aunque ellos tengan nuestra edad.

Podemos decir que en la mayor parte del tiempo no existe un “ser viejo”, pero sí un ser envejeciendo: si el envejecimiento es el tiempo de la edad que avanza, la vejez es la de la edad avanzada.

¿Cómo me definirán las personas con que me relaciono diariamente en todas las actividades en que me encuentro implicado? Aunque todos sepamos reconocer a un viejo, es muy difícil definirlo, ¿con qué criterio lo haríamos?

Podríamos usar una referencia biológica a este periodo de la vida, como cabellos blancos, calvo, arrugas, o patologías como la osteoporosis, artrosis, hipertensión, pérdida de memoria, cardiopatías, etc.

La ciencia actual está colaborando para superar la mayoría de ellas y entonces nada definen. Tampoco una definición más psicológica, tomando como criterios la rigidez del pensamiento, cierto grado de regresión, tendencia a un cierto grado de nostalgia o depresión.

Pero nada de esto habla de todas las vejeces. Ni podemos definirla desde un punto de vista social; la jubilación, por ejemplo, no hace del sujeto un viejo, como el derecho al voto no hace del adolescente un adulto.

El sujeto viejo habla de una consciencia de la finitud, habla de muerte y de un cuerpo imaginario que se niega a envejecer y no se reconoce en el espejo. Todo esto lo superamos los que hemos decidido a estar presentes en la sociedad en el Siglo XXI, participando voluntariamente en todas las actividades que están disponibles para las personas mayores en nuestra nueva sociedad de PERSONAS MAYORES.

Dentro de las mismas es matriculándote como alumno en los Programas de Mayores de las Universidades Españolas, que te permitirán convivir con las nuevas generaciones del siglo XXI, nuestros nietos y que estoy seguro que alguno de los alumnos ya está conviviendo en sus clases en la Universidad.

FEGAUS – CANAL SENIOR trabaja para poner en valor a las personas mayores de Galicia, ofreciendo la formación en todas las materias que, desde la Universidad, por las características de las mismas no las imparte. Consumo Senior, Adiós a la Soledad, Banca Digital, Voluntariado, Cuéntame tu Soledad, con programas en directo de Radio, que desde hace años llevamos impartiendo.

Sobre el autor:

Alejandro Otero

Alejandro Otero Davila

Alejandro Otero Davila es presidente de FEGAUS.

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