Cuaderno de a bordo días 19 y 20: de vuelta a la península. Camino a Madeira

Una lesión trunca el sueño de Ángel, de 62 años, de dar la vuelta al mundo en barco en solitario

 

Cuaderno de a bordo día 19. Vuelta a la península. Camino a Madeira

Emprendo mi regreso a la península: Tras varios días de esperar las condiciones idóneas hoy se abría una ventana meteorológica favorable para partir. La idea es volver a la península, que en estas fechas tan marcadas de vientos alisios me va a costar un poco más.

Zarpo de Marina Lanzarote (Arrecife) sobre las 11:00 hora local, ya empieza a soplar en el mismo amarre. Hemos tenido 2 días de 22 nudos en el mismo pantalán donde estábamos amarrados. Y ayer fue un día 35 grados con un aire caliente, como cuando vas en moto en verano que parece que llevas el secador del pelo puesto en la cara…

Viendo cómo está el percal no tengo ninguna gana de empezar a pelear contra el viento, así que pongo directamente el tercer rizo y a ir tranquilamente a barlovento (contra el viento)

Voy a empezar con un bordo largo de unas 8-10 millas a ver cómo está el viento cuando me aleje de la costa.

No me he equivocado y en la bocana del puerto tengo rachas de 22 nudos. Con tres rezos son muy llevaderas y Alicia se pone en un plis plas en 7 nudos.

He empezado abierto para ir ganando velocidad y luego iré cerrando el rumbo para ceñir más. Pero con 7 nudos me puedo permitir ya ir metiendo el timón a 45 grados hacia el viento y Alicia no baja más de 1/2 nudo su velocidad… ¡increíble!

Las condiciones me favorecen porque apenas hay medio metro de ola, aunque a veces alguna despistada se levante algo más de 1 metro.

Me he sorprendido metiendo ceñidas de 30 grados contra el viento… quien dice que Alicia no ciñe…

Verdad es que con poca ola se facilita mucho la labor a no frenarse el cata chocar con ellas. Si alguno lo pone en duda echar un vistazo a los tracks de la pág web… Y veréis qué ángulos 😉.

He ido mejorando hasta las 17:00 que el viento empezó a amainar 14-16 nudos. Ya llegando al estrecho que separa Lanzarote de isla Graciosa, el viento ha bajado muchísimo y me toca meter motor. Primero me acerco a la playa de los franceses para intentar fondear pero parece el parque sindical. Vuelvo hacia al puerto y me dan un amarre…

Me duele un poco la cabeza desde esta mañana y parece que perdiste.

Cuaderno de a bordo día 20 de navegación. Camino a Madeira

Son las 10:30 horas de la mañana y no he pasado una buena noche, me levanté varias veces a beber agua, estuve dando vueltas en la cama toda la noche… no se con quién me estaba peleando… supongo que contra mí mismo.

Siempre que vuelvo a navegar, llevaba casi 5 días parado, es como que el cuerpo pierde ese puntillo que tenía unos días antes. He abierto el ojo sobre las 9:30 horas y veo a un empleado de seguridad, rondando el barco.

“Buenos días”, le digo mientras me asomo por la puerta.

“Buenos días” responde, “¿tiene usted permiso para atracar?”

“Pues no, ya se lo dije al compañero que estaba por la noche”.

“Es que no se puede atracar sin permiso”.

“Bien, no a mí no se me ocurre atracar si no me autoriza alguien”.

Al final concluyó con “no se preocupe, me voy a ir enseguida como le dije a su compañero, estoy de paso hacia Madeira”.

Me indica dónde está la panadería y nos despedimos.

Con tres buenos panes y otros tres croissants arranco el motor, pongo reversa y ya estoy fuera del pantalán.

Mucho ha cambiado este puerto de la Graciosa (la caleta de sebo se llama). Recuerdo haber estado con mi hijo Gonzalo hace unos años…

Ha pasado de un puerto con encanto a uno de pasajeros con servicio de ferris a Lanzarote cada poco tiempo y grandes trimaranes que traen al turismo… ‘El Progreso’, que lastima… Bueno, seguro que a los habitantes de la isla les parecerá fenomenal.

En la bocana del puerto llamo por radio:

-Puerto de la caleta

-Puerto de la caleta

-Aquí catamarán Alicia

-Catamarán Alicia.

-“Buenos días dígame”.

-Buenos días , Alicia abandona el puerto, muchas gracias por su hospitalidad.

“Que tenga un buen viaje”, me responde.

Casi no hay viento y poco a poco me deslizo hacia el oeste a través del canal camino de playa Francesa. Aprovecho para ir quitando las defensas y guardándolas en el tambucho de proa. Las amarras van en el de popa y después toca ir al mástil a preparar la maniobra de izado de vela. Como hay una muy ligera ventolina y el mar está como un plato la realizo de la siguiente manera:

Empiezo a hacer un giro amplio y dejo el piloto automático puesto.

Me voy al mástil  (donde antes ya tenía preparado los rizos) y espero a que el giro me ponga aproado al viento y subo rápidamente la mayor, me da tiempo hasta tensarla bien…

La vela ya empieza a portar y traslucho (girar por con el viento por popa) suavemente.

Ya estoy en la bañera otra vez y quito el piloto automático, fijo un rumbo que me pone al viento de través.

Ahora suelto el stopper (freno) que sujeta el enrollador y doy un tirón al cabo que Tira de la amura de vela… esta se extiende completamente, la cazo un poco.

Quito motor, lo subo y me dejo llevar… Así empieza la travesía de unos 4-5 días a Madeira.

Según paso la playa francesa, el viento empieza a subir y aprovecho para empezar a ceñir lo antes posible.  Voy perdiendo la protección de isla y va entrando el oleaje.

la predicción habla de 2,5 metros el primer día y luego irá bajando hasta 1 metro de ola. Llevo 2 rizos en la mayor y ya veremos si no es mucho… Hablan de 20-22 nudos de viento como máximo durante la singladura. y luego amaina.

Cuando escribo estas líneas estoy pensando en meter el 3 rizo hay 25 nudos de viento…

Continuará…