Día Internacional de las Personas Mayores: seguimos celebrando y reivindicando

Hace 34 años que la Asamblea General de la ONU, en su resolución 45/106, designó el 1 de octubre como el Día Internacional de las Personas de Edad, fecha que en la Federación de Pensionistas venimos celebrando y reivindicando para obtener la visibilidad necesaria y destacar las importantes aportaciones que las personas mayores realizamos para el avance de nuestra sociedad y para crear conciencia intergeneracional sobre las oportunidades y desafíos del envejecimiento activo en nuestra sociedad. 

En el año 2050, las personas mayores alcanzaremos la cifra de 1.100 millones de personas en el mundo. En la actualidad, en España, ya tenemos casi el 20% de personas mayores de 65 años y superarán el 30% en las próximas décadas. 

Algunos de los retos que tenemos el colectivo de personas mayores: 

La mejora de la sanidad pública es uno de los grandes retos que la sociedad española, y con ella el colectivo de pensionistas, tenemos por resolver. La falta de inversiones ha llevado a que durante la pandemia de la COVID-19, a pesar de la entrega del personal sanitario, se hayan mostrado las carencias de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS). El Gobierno y las Administraciones autonómicas, tienen la obligación de llegar a un acuerdo que pase por aumentar la inversión en la sanidad pública hasta al menos el 7,5% del PIB. Este incremento debe llevar a un incremento notable en la Atención Primaria desde el 14% de promedio en la actualidad y hasta el 10% en Salud Pública. 

En el año 2021, dentro de la Mesa de Diálogo Social, se firmó un acuerdo con el Gobierno para desarrollar y fortalecer el Sistema de Autonomía Personal de Atención a la Dependencia (SAAD). Este acuerdo supuso que, de forma permanente, una parte de los Presupuestos Generales del Estado (3.6000 millones de euros entre 2021 y 2023) se dediquen a la financiación del (SAAD). Este acuerdo ha servido para, entre otros, disminuir las listas de espera de las personas solicitantes de ayuda a la dependencia y alcanzar el nivel acordado.  

Esto no es suficiente, sigue habiendo demasiadas personas solicitantes de atención a la dependencia que fallecen sin ser atendidas por el sistema. El gasto que España dedica al Sistema de Autonomía Personal de Atención a la Dependencia (SAAD) no llega al 1% del PIB. Para que el sistema de dependencia pueda atender adecuadamente a todas las personas necesitadas de ayuda, el gasto debería alcanzar, al menos, el 1,5% del PIB. 

El colectivo de personas mayores necesitamos que entre las prioridades del Gobierno y los partidos políticos, esté la promulgación de una Ley Integral de las Personas Mayores. Esta ley debe garantizar la protección específica de las personas mayores, contemplando los ámbitos de la salud, la vivienda, la protección social y económica, la protección jurídica, la cultural o el ocio, la no discriminación por la edad o el sexo y garantizar la visibilidad y la participación activa de las personas mayores en todos los ámbitos de la sociedad. 

La dificultad de mantener los hogares en buenas condiciones de habitabilidad climática es uno de los retos que tiene una parte significativa de la población española de bajos ingresos y, dentro de ella, el colectivo de las personas mayores es especialmente sensible a esas dificultades climáticas. Hay que tener en cuenta que en España hay muchas pensiones, sobre todo las de viudedad (mujeres fundamentalmente) que no llegan a los mil euros mensuales. Se debe facilitar por parte del Gobierno y las Administraciones públicas (principalmente las locales), la ayuda necesaria en la gestión de los trámites, para que la población necesitada se puedan beneficiar del Bono Social Térmico, no dejándolo en manos de las compañías eléctricas, como se hace en la actualidad. 

Hay que ampliar y reforzar el Bono Social Térmico para las personas vulnerables y extender el plazo de moratoria a los cortes de luz para la población en riesgo de exclusión social. Hay que aplicar una tarifa más baja para un consumo mínimo vital en los primeros KWh. 

La esperanza de vida de la población española es una de las más longevas del mundo, este hecho, en sí positivo, tiene como una de las consecuencias la soledad no deseada. Todas las personas, independientemente de la edad, pasamos por periodos en que nos podemos sentir solos. Esta situación se da en mayor medida en las personas mayores que por motivos de edad van perdiendo a las personas de su entorno, aumentan sus dificultades de movilidad funcional o sus viviendas no están preparadas para que las personas mayores o disminuidas puedan relacionarse con el exterior. 

Es necesario que las Administraciones Públicas preparen planes para atender a las personas en situación de soledad no deseada, que padece una parte muy significativa de la población y especialmente las personas mayores. 

Las reformas del Sistema de Pensiones de la Seguridad Social en 2021 y 2023 están logrando el objetivo de asegurar que las personas que se jubilan perciban pensiones que les permitan una vida digna. Es necesario continuar tomando medidas para ir cerrando la brecha de género entre las pensiones de los hombres y las pensiones de las mujeres e incrementar más las pensiones mínimas y las no contributivas. 

Las personas mayores seguimos teniendo dificultades para adaptarnos a la transformación digital. Las Administraciones públicas y sobre todo las entidades bancarias, no están cumpliendo, en la medida que debieran, con la obligación de atender adecuadamente a la población mayor que carece de los conocimientos de la era digital.