En España, la población está envejeciendo a un ritmo acelerado. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023 hay más de 10 millones de personas mayores de 65 años, lo que representa el 20% de la población. Además, el 50% de la sociedad tiene más de 45 años, siendo la edad media de la población 44,2 años. Este cambio demográfico destaca la importancia de revalorizar el talento sénior en el mercado laboral, un tema profundamente analizado en el Estudio Talento Sénior liderado por mi el año pasado y promovido por el Instituto Santalucía.
El valor del talento sénior
El estudio subraya que el talento sénior aporta una vasta experiencia, resiliencia y capacidad de gestión en situaciones difíciles. Sin embargo, a pesar de estas fortalezas, los resultados de la Encuesta de Talento Sénior revelan que el 82% de los participantes cree que las instituciones no valoran adecuadamente su talento.
Solo un 2,8% de los encuestados percibe que las instituciones valoran su experiencia y capacidades. Este desprecio no solo afecta la autoestima de los trabajadores “mayores", sino que también representa una pérdida significativa de recursos valiosos para las empresas.
Desafíos
El edadismo sigue siendo un obstáculo importante. Según la encuesta, el 87,7% de los sénior perciben la existencia de sesgo por edad en sus experiencias profesionales. Este sesgo se manifiesta en la preferencia por rejuvenecer las plantillas a través de procesos de prejubilación y salidas pautadas, lo que reduce la diversidad generacional y el conocimiento acumulado en las empresas.
En 1996, solo el 22% de los parados eran mayores de 45 años, pero en la actualidad, este grupo representa casi el 56% de los desempleados. Además, España tiene la mayor tasa de desempleo entre los 50 y 74 años en la UE, con un 10,7%, más del doble de la media europea del 4,8%. Estos datos demuestran la necesidad urgente de implementar políticas inclusivas que valoren y aprovechen el talento sénior.
Estas políticas ponen muchas veces al borde del abismo a profesionales maduros que se juegan su dinero a la ruleta rusa del emprendimiento o aceptan condiciones vejatorias a la desesperada cuándo toman conciencia de que cualquier tiempo pasado fue.. anterior, y no volverán las viejas condiciones. Esto afecta a la autoestima, a las relaciones familiares y a la salud mental individual y colectiva.
Iniciativas prometedoras
A pesar de estos desafíos, hay iniciativas que buscan cambiar esta situación. La Cámara de Comercio de España, en colaboración con 65YMÁS, ha lanzado la campaña El Valor Sénior dentro del Programa Talento 45+, financiado por la Unión Europea. Este programa ofrece orientación, intermediación laboral y formación para mejorar las competencias digitales y profesionales de las personas entre 45 y 60 años en situación de desempleo o inactividad laboral.
Generación SAVIA (con quién tengo el gusto de colaborar hace años), con su proyecto impulsado por la Fundación Endesa y Fundación máshumano, también apoya la empleabilidad de los profesionales sénior. Estos programas no solo buscan reintegrar a los sénior en el mercado laboral, sino también fomentar el emprendimiento inteligente y bien enfocado, y la innovación, en este segmento de la población.
Beneficios de la diversidad generacional
Las empresas que integran la diversidad generacional no solo aprovechan el conocimiento y la experiencia de los trabajadores mayores, sino que también fomentan la innovación y la creatividad. La mezcla de diferentes edades en los equipos de trabajo permite combinar perspectivas frescas con enfoques tradicionales, lo que conduce a soluciones más efectivas y creativas.
Beneficios clave
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Experiencia y sabiduría: Los empleados sénior aportan conocimientos vitales para la toma de decisiones estratégicas y la gestión de crisis.
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Innovación y creatividad: La diversidad de edades fomenta la innovación al combinar diferentes perspectivas y enfoques.
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Mentoría y desarrollo de talento: Los profesionales mayores pueden actuar como mentores, ayudando a desarrollar las habilidades de los más jóvenes y facilitando su adaptación al entorno laboral, que ha de ser más flexible.
Una llamada a la acción
Para que el talento sénior sea verdaderamente valorado, es crucial que tanto las empresas como las instituciones públicas reconozcan y aprovechen su potencial. La pandemia ha enseñado nuevas formas de trabajar y ha llevado a reflexionar sobre el equilibrio entre la vida laboral y personal. Promover una cultura laboral inclusiva y diversa no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia clave para el éxito y la sostenibilidad a largo plazo.
Impacto de la discriminación por edad
- En el primer trimestre de 2024, había 879.100 desempleados mayores de 50 años en España, representando el 29,5% del total de desempleados.
- La brecha de género es significativa: 478.000 mujeres desempleadas frente a 400.800 hombres en el mismo grupo de edad.
Proyectos como Generación SAVIA y el Programa Talento 45+ son pasos importantes hacia la inclusión laboral de los sénior. Sin embargo, es necesario un esfuerzo concertado por parte de las empresas, las instituciones públicas y la sociedad en general para desafiar los prejuicios edadistas y reconocer el valor que los trabajadores mayores aportan al mercado laboral.
En conclusión, el talento sénior no solo es esencial para la sociedad, sino que también es un recurso valioso que debe ser aprovechado al máximo. Es hora de desafiar los prejuicios y estereotipos arraigados y reconocer el valor que los trabajadores sénior aportan al mercado laboral y a la sociedad en general. Para más detalles y estudios, visite el Estudio Talento Sénior de Santalucía. El talento no tiene edad.