La caída del paro 'pasa' de los mayores de 55: el desempleo sénior sube el 1,6% en el trimestre
Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al tercer trimestre del año subrayan, una vez más, la preocupante realidad que enfrenta el talento sénior en España. Actualmente, 818.200 profesionales mayores de 50 años están en situación de desempleo, representando casi un 30% del total de personas sin trabajo en el país. Esto significa que 1 de cada 3 desempleados pertenece a este colectivo, lo que evidencia la necesidad urgente de abordar esta problemática.
La situación es especialmente crítica para las mujeres sénior, que suman 452.600 desempleadas (el 55,3%), frente a 356.600 (el 44,7%) de hombres desempleados, lo que indica una discriminación doble, tanto por edad como por género, que excluye injustamente a este colectivo del mercado laboral.
Paro de larga duración
Pero además, el desempleo sénior también es uno de los más afectados en cuanto a niveles de paro de larga duración: más de 448.000 profesionales llevan en esta situación un año o más, lo que representa la mitad de los parados de larga duración en España. Este panorama no solo afecta a los propios profesionales, sino que tiene consecuencias para el tejido empresarial español, que enfrenta una escasez de relevo generacional en sectores clave, y en los que el talento sénior es fundamental para asegurar la continuidad y la competitividad.
Desde Generación SAVIA, proyecto de Fundación Endesa en colaboración con Fundación máshumano, creemos firmemente en la urgencia de revertir esta tendencia y abogamos por una transformación del mercado laboral que aproveche al máximo las capacidades de los profesionales sénior. Para ello, continuamos desarrollando programas de formación y orientación para el empleo y el emprendimiento, destinados a conectar a estos profesionales con el tejido social y empresarial de nuestro país.
Fomentar una cultura laboral inclusiva y diversa es esencial para hacer frente al edadismo y reconocer el inmenso valor que el talento sénior aporta al desarrollo y a la competitividad de nuestras organizaciones.