

Entre tú y yo: la anécdota que cambió mi destino
Manuel Guisande NájeraFoto: Bigstock
Domingo 9 de febrero de 2025
3 minutos

Foto: Bigstock
Domingo 9 de febrero de 2025
3 minutos
Con este artículo, sacados del libro ¿Se es viejo a los setenta?, tás de coña, no sé si a ti te ocurre igual que a mí, que cuando lees algo piensas "¿Y cómo será la persona que lo escribe?", "¿Cómo se hizo escritor?".
Pues mira, mi afición empezó en San Sebastián, con trece o catorce años. Tenía un profesor de Literatura que era un vago total; llegaba a clase y decía: "Hoy vamos a estudiar de la página ocho a la doce; los autores, son tal y tal".
Después de decir cuatro detalles de cada uno, añadía: "Redacción, tema libre", y todos a escribir. En la siguiente clase, igual, pero en vez de tema libre, que cada uno leyera lo que había escrito mientras él dormitaba.
El día que me tocó leer sucedió que la redacción la había hecho en poesía, que como te puedes imaginar sería algo así como "Mi tía Maravilla baila en una silla", de una profundidad el asunto…
El caso es que empecé a leerlo, al poco rato me paró y dijo: "¿Ha escrito usted eso?". Le contesté que sí y, añadió: "¿No le ha ayudado nadie?". Le respondí que no y, partir de ahí, decía: "Que salga esta fila y Guisande, esta fila y Guisande, esta fila y Guisande"; con lo cual me esmeraba en escribir lo mejor posible.
Con el tiempo me di cuenta de que ese día, cambió mi vida; en menos de dos o tres minutos, que fue lo que empleé en recitar el poema, mi destino quedó marcado. ¿Qué pasaría si ese día no hubiera escrito la redacción en poesía?, ¿Qué sería de mí si el profesor no decidiera sacarme al encerado cada vez que teníamos clase?, ¿Y si en vez de ese colegio, estuviera en otro?
Por eso es muy importantes que en los colegios se desarrollen talleres de escritura, pintura, cerámica, teatro…, todo lo que sea creativo y que toque la fibra de algún alumno y despierte su imaginación, pues entre ellos están los artistas del mañana.
Sí, amigo lector. La imaginación es la base del desarrollo del mundo. Una persona imagina, y otras ponen en práctica lo ideado. Alguien tuvo la visión de volar, y se vuela; viajar por el fondo del mar, y se diseñaron submarinos. Y así, poco a poco, la Humanidad va mejorando.
¿Alguna pretensión en mi vida literaria? Ninguna. Como suelo decir, y así lo siento: "Soñar con llegar a ser, es otra forma de no ser"; es decir, que quien piensa en el mañana no disfruta del hoy. Pero lo más importante en esta vida es ser buena persona, lo demás… libros, premios, etc., son simples anécdotas.
Del libro ¿Se es viejo a los 60?, tás de coña? (Amazon).