Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja
Opinión

El estado de la pobreza en España

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja

Domingo 26 de noviembre de 2023

6 minutos

Pobreza en la jubilación: las mujeres mayores de 80 años cobran apenas 700 euros de pensión

Domingo 26 de noviembre de 2023

6 minutos

Un año más la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN, por sus siglas en inglés) ha publicado su informe anual que viene realizando desde hace varios años con el fin de realizar el seguimiento de los principales indicadores de pobreza y exclusión social en España y en la UE.

Los indicadores presentan una metodología uniforme y homologada por EUROSTAT (organismo estadístico de la UE) para realizar el estudio y comprobación de las condiciones de vida en los países que la componen. 

Del análisis de este último informe se pueden extraer una serie de conclusiones sobre la pobreza y la exclusión social en España

Pobreza y exclusion social

En la UE se utiliza el concepto de exclusión social para abordar las situaciones de pobreza, desigualdad, vulnerabilidad, y marginación de grupos de población que no pueden tener una participación plena en la vida social, económica y cultural del país. 

Los procesos actuales de exclusión social conviven con formas de pobreza tradicional. El concepto de exclusión social permite por tanto hablar de nuevas formas de pobreza. Los riesgos de exclusión social agrupan componentes como los ingresos (estar por debajo del 60% de la renta mediana), la carencia material severa (carencia para poder acceder a unos consumos básicos), y la baja intensidad en el trabajo en el hogar (que entre todos los miembros del hogar no sumen más de un trimestre trabajando), 

Para la medición de la pobreza y la exclusión social la UE utiliza el indicador AROPE. Según este indicador el 26% de la población española (una de cada cuatro personas), es decir unos 12,3 millones de españoles están en riesgo de pobreza o exclusión social. Esta tasa aun siendo enormemente elevada es la más baja de la serie histórica desde que se calcula este indicador. 

Esta tasa no es homogénea para todos los colectivos y tiene importantes diferencias según el sexo, la nacionalidad, la edad, el nivel de estudios, la zona geográfica, o si la persona es discapacitada o no. 

Tener hijos es un importante factor de riesgo, ya que los hogares en las que viven niños y dolescentes tienen tasas más altas en este indicador que aquellos en los que hay adultos solamente. 

Hay que destacar también la gran desigualdad territorial que refleja el indicador AROPE ya que divide a España en dos mitades: las regiones del norte de la Comunidad de Madrid tienen una menor tasa de pobreza y exclusión social, estando en su mayoría homologadas con los países más desarrollados de la U.E., mientras que las del sur de dicha Comunidad por el contrario muestran tasas más elevadas.

Pobreza severa 

Se entiende por pobreza severa la que agrupa a las personas que viven en hogares con ingresos extraordinariamente bajos (su renta está por debajo del 40% de la renta mediana). En términos absolutos actualmente en España están en pobreza severa todas aquellas personas que viven en hogares cuyos ingresos totales son inferiores a 6.725 euros al año (560 euros al mes). 

Casi el 9% de la población española (uno de cada diez), unos 4,2 millones de personas viven en pobreza severa, estando casi la mitad de los pobres en pobreza severa. 

Desigualdad 

La desigualdad es uno de los problemas más graves que padece el mercado cuando se le deja sin regulación, es decir a su libre albedrío. Se produce cuando el orden económico y social premia o retribuye a las personas mediante recompensas que no están basadas en el desempeño de su trabajo, siendo los más beneficiados los que se encuentran en una mejor posición social previa, pero también se premian cuestiones como el género, el color de la piel, la edad, el lugar de origen, la religión u otros factores. 

Una cuestión importante es que la retribución no tiene porque ser puramente económica, pues hay desigualdad, por ejemplo, en la sanidad, la educación de calidad, o el trabajo. 

Además, las desigualdades son acumulativas, ya que una desigualdad de base produce una cascada de consecuencias cada vez mayor. Esta desigualdad de base se hereda y limita la movilidad social (el ascensor social) lo que acaba produciendo diferencias insalvables en la calidad de vida de las personas.

El indicador más utilizado para medir la desigualdad es el Índice de Gini, que varía entre cero y uno, y cuanto más se acerque a esta última cifra, mayor será la desigualdad. 

De acuerdo con este índice en España se viene produciendo una importante reducción de la desigualdad desde 2014 (año del fin de la Gran Recesión). En 2022 es de 0,33 siendo todavía bastante elevada en comparación a la media europea (2,4 puntos superior) y se sitúa como el séptimo país con peor Indice de Gini. 

El papel de las Administraciones Públicas

Las recientes policrisis económicas provocadas por el COVID-19 y la guerra de Ucrania han puesto de manifiesto con una intensidad nunca vista, la importancia de la acción de las Administraciones Públicas en el sostenimiento de la calidad de vida de las personas. 

Durante este último año 2022 la acción del Estado mediante las múltiples ayudas a los hogares ha permitido reducir la pobreza a menos de la mitad. Esto supone que el Estado retiró de la pobreza a 11,5 millones de personas. 

Las medidas que se implementaron a través del denominado escudo social (ERTES, Ingreso Mínimo Vital, ayudas a las familias más vulnerables para luchar contra la inflación, etc) evitó aproximadamente que 1,5 millones de personas cayeran en la pobreza

Comparación con la UE

En prácticamente todas las variables de pobreza, exclusión social y desigualdad los datos españoles son peores que el valor medio que corresponde a la media de la UE. 

En lo referido al riesgo de pobreza, la cifra de nuestro país que es del 20,5% de la población, presenta 5 puntos más que la media de la UE, lo que sitúa a España en el sexto peor lugar en la lista. 

En lo que respecta a la privación material severa con casi el 9% de la población en esta situación, nos coloca en el quinto lugar con mayor desigualdad de toda la UE. 

Grupos vulnerables 

Los principales factores que influyen en ser pobre en España son los siguientes: personas en riesgo de pobreza o exclusión social, (de acuerdo con la definición dada al comienzo de este artículo), los discapacitados, las personas sin hogar o en situación de exclusión residencial, los inmigrantes y refugiados políticos, las personas desempleadas o en situación de precariedad laboral (trabajadores pobres) siendo mayor entre los jóvenes, personas sin cualificación, y mujeres (desigualdad de género), los hogares monoparentales con hijos a su cargo (el 47% de estos hogares son pobres) y los jubilados de la tercera edad o en estado de soledad. 

Conclusión 

El retrato del informe de la Red Europea de la Lucha contra la Pobreza y Exclusión Social (EAPN) nos dice que, pese a ciertos avances, España mantiene unos niveles de pobreza y exclusión social intolerables. La brecha entre ricos y pobres se ensancha y ha desbordado ya la economía para extenderse a la política (polarización extrema) 

Esta pobreza se retroalimenta y la insuficiencia de ayudas eficientes está averiando los tradicionales ascensores sociales: los impuestos no gravan lo suficiente a los que más tienen (personas con altos ingresos y grandes empresas), y la educación y las pensiones no garantizan lo suficientemente el ascenso y la protección social. El resultado es que los pobres no pueden ascender en su mayoría, y quienes nacen ricos nunca dejan de serlo.

Sobre el autor:

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja

Juan Manuel Sánchez Quinzá-Torroja es profesor Titular del Departamento de Economía de la Universidad de La Coruña (UDC).

… saber más sobre el autor