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
¿Por qué duelen las cervicales? Porque las vértebras cervicales también sufren artrosis, e incluso a edades más tempranas que otras articulaciones. Es por desgaste o degeneración, ya que el juego a que tenemos sometido el engranaje de la cabeza es enorme. Piense en todos los movimientos que hacemos con la cabeza de forma continuada.
El disco gelatinoso que tenemos entre las vértebras, que hace de amortiguador, va perdiendo agua y elasticidad. También grosor. Y poco a poco el movimiento se hace doloroso.
Pueden ocurrir dos cosas: que como no hay movimiento (porque al doler no lo hacemos), el organismo trate de soldar las vértebras para que no duelan. O que, al perder elasticidad, el disco se salga de su sitio por la acción de la propia vértebra. Aparece entonces como una rebaba sobresaliente. Es la hernia discal, que también se puede producir en esa región cervical.
Podemos tomar medidas preventivas, pero no solemos hacerlo. Por ejemplo, que el tablero de trabajo, de lectura o de escritura tenga una inclinación de por lo menos 45 grados. O que utilicemos un atril o el apoyo inclinado de un libro sobre otro. Otras profesiones, como los dentistas, los oftalmólogos o los relojeros, son también firmes candidatos al sufrimiento cervical, ya que suelen pasar muchas horas inclinados sobre su minúsculo campo de trabajo.
Siempre que se plantea el problema cervical surge la pregunta sobre las almohadas. ¿Cómo debe ser? ¿Alta o baja? ¿Mucha o poca? No hay más que una respuesta: la necesaria, siempre que la columna quede recta, sin forzar las vértebras del cuello. Si la almohada es excesiva, el cuello se gira hacia arriba. Pero si la almohada es escasa, podemos padecer el problema contrario, es decir, que el cuello se ve forzado en sentido inverso. La altura correcta es la que cubre el hueco que queda entre el hombro y la cabeza a la altura de la nuca y que mantiene, por tanto, la columna sin flexiones ni hacia arriba ni hacia abajo.
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