¿Por qué se prefieren los huevos morenos a los blancos?

Durante un tiempo había una cierta preferencia a los huevos morenos sobre los huevos de cáscara blanca. No hay ninguna razón, y desde el punto de vista nutritivo son exactamente iguales. El color de la cáscara no influye lo más mínimo. Es decir, el huevo, en su composición es exactamente igual, independientemente del color exterior.

También está extendida la creencia de que es mejor la yema cuanto más color posea. Falso. Porque hoy por hoy, el color de la yema solo depende de los colorantes que se añaden al maíz con que se alimenta a las gallinas.

Tampoco es cierto que los huevos crudos alimenten más que los cocinados. Es verdad que hay muchos partidarios de esa alimentación naturista que sostiene que cuando se calienta un huevo, una sustancia grasa que contiene, la lecitina, se pierde por el calor. Pero eso no es cierto. La lecitina es muy estable al calor y lo resiste muy bien. Además, en una dieta normal, tenemos mucha lecitina, e incluso la fabricamos nosotros. Así que no puede decirse que un huevo crudo sea mejor un huevo pasado por agua, o cocido.

Y por ultimo, hablando de huevos, también es amplia la creencia de que el huevo representa la proteína patrón. Hay que matizar: la yema tiene una composición muy equilibrada de proteína, grasa y agua (con los sesos y el caviar es el alimento que más colesterol tiene). La clara, sin embargo, sí es la que se considera proteína patrón, porque es el único alimento que nos proporciona proteína sin grasa.