Formación continua, socialización y bienestar: el espíritu que nos une
Alejandro Otero DavilaMiércoles 14 de agosto de 2024
4 minutos
Miércoles 14 de agosto de 2024
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Al realizar una proyección de población española, se demuestra el aumento cuantitativo de personas mayores. Será una sociedad en progresivo envejecimiento.
Se vivirá más tiempo, porque aumentará significativamente la esperanza de vida, con mejores condiciones de salud. Y en Galicia ya lo estamos viviendo con una población que en estos momentos tiene al 45% de las personas con más de 55 años.
En consecuencia, se dispondrá de más tiempo para emplearlo en intereses personales, uno de ellos es la oportunidad de formarse, de participar en proyectos educativos y culturales. El aprendizaje a lo largo de toda la vida ganará cada vez más espacio.
En paralelo, la formación del profesorado en los Programas Universitarios de Mayores, se encuentra con un campo de acción importante y en crecimiento, a través del cual puede desarrollar programas específicos orientados a la formación permanente de las personas mayores.
Todavía hoy, en algunos sectores sociales, entienden que el envejecimiento de la población supone adoptar una visión oscura, ya que se considera como un fenómeno de repercusiones negativas que conlleva un planteamiento pesimista, catastrofista o insostenible.
El envejecimiento de la población no es un problema, puede ser una oportunidad. Las personas de edad avanzada, es hoy un grupo más de la sociedad que tiene sus circunstancias específicas, como las tienen cualquier otro grupo poblacional.
Hemos creado un estereotipo al relacionar a las personas mayores con problemas a raíz de haber definido las edades en tres tiempos concretos que formaban un continuo, formación, empleo, jubilación. Hoy ya no son tan determinantes y lineales, ni son la caracterización de la trayectoria vital de muchas personas. Es necesaria la adaptación de la sociedad al aumento de la esperanza de vida, a la presencia activa y comprometida de las personas mayores, que requiere poner en valor la capacidad de aprendizaje de las personas de edad avanzada en una sociedad de cambios rápidos e inesperados.
Es necesario poner en práctica la definición que la Comisión Europea estableció en 1995: “El aprendizaje a lo largo de la vida es el desarrollo del potencial humano a través de un proceso sustentador continuo que estimula y faculta a los individuos para adquirir todos los conocimientos, valores, destrezas y comprensión que requieran a lo largo de toda su vida y aplicarlos con confianza, creatividad y gozo en todos los roles, circunstancias y entornos”.
Para dar respuesta a la demanda de formación durante toda la vida es oportuno detenernos y pensar en qué sociedad envejecemos. Hemos pasado de una sociedad en la que la vejez se vivía en la propia familia, a una sociedad donde las personas mayores desean seguir participando en la vida comunitaria, reivindicando la presencia activa en una sociedad de la que han sido artífices.
Todos estos temas se tratarán en las mesas redondas, de las XXII Jornadas Internacionales de A Coruña y en las conferencias que impartirán los invitados que participan en las sesiones de las Jornadas.
Aprender a lo largo de toda la vida, incluye a todas las edades, es una formación con un carácter integrador, es la búsqueda del conocimiento a través de la acción. Se basa en el punto de vista de que cada uno debe ser capaz, debe estar motivado y activamente comprometido en aprender a lo largo de toda su vida.
Y todos estos temas tratamos en ponerlo en valor, en las sesiones de trabajo que están organizadas para exponer en las XXII Jornadas Internacionales sobre Asociacionismo en los Programas Universitarios de Mayores, que un equipo de personas de ADAYEUS, la Asociación de Alumnos de los Programas de Mayores de la Universidad de A Coruña, lleva trabajando intensamente.