Talento en la sombra de la mujer sénior:
¿Lo sacamos a la luz?

El desempleo crónico entre los sénior exige medidas urgentes

 

Desde el Observatorio de la Vulnerabilidad y del Empleo de la Fundación Adecco (@adecco_fundac) constatamos que no es novedad que el riesgo de exclusión en España tiene rostro femenino. El 53% de las personas en riesgo de exclusión es una mujer. Y muchas de ellas superan los 50 años. En este caso el riesgo de exclusión es aún mayor, porque a los prejuicios de género se añaden otros vinculados a la edad. 
El denominador común de la mujer sénior en riesgo de exclusión social es el desempleo: buscan trabajo tras largos periodos de inactividad y toda una vida dedicadas a su familia. Frecuentemente, cuentan con trayectorias laborales más entrecortadas que los hombres, siendo su carrera profesional de un reconocimiento social mucho menor. Y la prueba es que son las primeras en retirarse del mercado laboral cuando la situación familiar lo requiere.

Hoy se contabilizan en España 454.300 mujeres mayores de 50 años en búsqueda activa de empleo, que quieren trabajar para apoyar economías domésticas resentidas por las sucesivas crisis, o bien para asegurar un futuro mejor para ellas y para sus hijos. Un proceso que no resulta sencillo, como así lo avala la cifra de desempleo de larga duración: el 59% lleva más de un año buscando empleo sin éxito, frente al 40% de media registrada para el resto de las mujeres. Y, por si fuera poco, el 82% siente discriminación en su búsqueda de empleo, debido a la edad.

¿Cuáles son las causas? Indudablemente, persisten prejuicios y creencias desfavorables hacia la mujer sénior (menor dinamismo, analfabetismo digital, incapacidad para encajar en un equipo mayoritariamente joven, etc). Estos estereotipos parten de una herencia cultural muy arraigada, pero no se corresponden en absoluto con la realidad actual. En la Fundación Adecco, tras 25 años acompañando a mujeres sénior en su búsqueda de trabajo, hemos evidenciado que se encuentran en un momento vital idóneo, habiendo desarrollado cualidades y habilidades como la serenidad, la madurez, el pensamiento crítico, las habilidades de comunicación y negociación o la búsqueda de la estabilidad. Y contrario a lo que comúnmente se cree, muchas de las mujeres sénior exhiben una notable capacidad de adaptación, mostrándose abiertas y motivadas para aprender nuevas dinámicas de trabajo.

Inclusión laboral de las sénior, de justicia social

Por todo ello, la apuesta por su inclusión laboral es una cuestión de absoluta justicia social, pero también de máxima competitividad. En primer lugar, la mujer sénior ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo de las familias, no solo a través del cuidado de los hijos y las responsabilidades del hogar, sino también económicamente, a menudo a través del trabajo informal, no reconocido y en condiciones de desprotección. Ahora que muchas de estas mujeres sénior desean incorporarse al mercado laboral formal, debemos estar ahí para ellas. Para empezar, capacitándolas para competir en los sectores emergentes, pero también derribando prejuicios y estereotipos que se convierten en barreras estructurales de acceso al empleo. Uno de ellos es el rol que se asigna predominantemente a las mujeres como cuidadoras principales en el hogar, que conduce a una segregación ocupacional por género, donde la mujer sénior se concentra en trabajos parciales, peor remunerados y con menor estatus. Abordar esta cuestión requiere un enfoque multifacético que incluya cambios tanto en las políticas públicas como en las prácticas empresariales, de cara a impulsar el cambio cultural.

En segundo lugar, y en un contexto de envejecimiento récord, el que más de un tercio de las mujeres en activo ya supera los 50 años, hemos de ser capaces de optimizar el talento sénior. La mujer mayor de 50 años tiene un gran potencial para seguir elevando las cifras de afiliación y permitir que nuestro Estado del Bienestar sea sostenible en el tiempo. Se trata de una fuerza laboral en aumento cuya contribución no solamente es importante, sino que es imprescindible para el futuro de nuestra economía.

Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo de la Fundación Adecco